Motivos para sentirnos orgullosos
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSID), nada sospechoso de simpatías a los vascos, acaba de publicar el Atlas de la Crisis, resaltando que en el ranking de las diez ciudades de España que mejor han hecho frente a la crisis, ocho de ellas son vascas. Lo significativo es el dato objetivo que echa por tierra las críticas malintencionadas que se propagan en España para desacreditar la realidad objetiva de que nuestra nación es muy diferente en muchos aspectos al resto del Estado, poniéndose de disculpa que nuestra situación privilegiada se debe al Concierto Económico. Tampoco es el espacio para demostrar la perversión de este malévolo argumento. En realidad los motivos son evidentes: el pueblo vasco está cohesionado socialmente porque se nos han inculcado valores humanos como la solidaridad, la seriedad y capacidad profesional, así como un alto nivel de formación que nos permite ser versátiles según las necesidades de la coyuntura. Contamos con sindicatos de vascos y para vascos que no son sucursales de los centrales que tienen sus sedes y dirección en Madrid para que no se nos considere de provincias a los efectos de atender nuestras exigencias sociales como pueblo diferenciado. Sí resalta el estudio que la burbuja inmobiliaria, que tantos efectos negativos ha tenido en zonas como el Mediterráneo, en nuestra comunidad han sido limitados como para que arrastre a otros sectores ajenos a la burbuja especulativa. Quizá no sea ocioso recordar que en Euskal Herria la proporción de titulados superiores es equivalente a la de países como Holanda, Bélgica o Alemania. Que nuestros mercados tienen tradicionalmente una vocación marcadamente exportadora y nuestros productos no tienen el destino exclusivo de España. Sin embargo, no puede servir de consuelo tener menos problemas que otros. Lo importante debería ser superar la crisis y solucionar los dramas humanos que de ella se derivan.