LA coincidencia en el día de publicación del Sociómetro Vasco de noviembre sobre las elecciones municipales y a Juntas Generales -elaborado por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno vasco- y del Barómetro de Octubre, este con notorio e interesado retraso, del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dependiente del Ministerio de Presidencia español, permite una curiosa y al tiempo reveladora comparativa entre la relativizada aparición de Podemos en el panorama electoral vasco y su portentosa irrupción en el ámbito estatal. En Euskadi, la formación política en el gobierno apenas sufre desgaste y el PNV (-0,8% en Araba, que recuperaría, y -1,32% en Bizkaia) incluso lograría un leve aumento del +0,16% en el cómputo global de los tres territorios respecto a las forales y municipales de 2011 a lomos de su crecimiento del +2,28% en Gipuzkoa. EH Bildu, por su parte, cedería un -3,5% respecto a la suma de Bildu y Aralar hace tres años, seguramente más afectada por Podemos debido a rasgos ideológicos comunes, pese a que su mayor pérdida se produciría allí donde gobierna, con una caída del -6,76% en Gipuzkoa, pese a que seguiría siendo primera fuerza. Así, la presencia de Podemos (5ª fuerza con en torno al 9%) en Euskadi se nutriría especialmente de la pérdida de apoyos (-6,5%) de los partidos denominados constitucionalistas. En el Estado, sin embargo, la nueva formación de Pablo Iglesias se sitúa, según el CIS, primera en intención de voto directo con el 17% y tercera en estimación de voto (22,5%) tras PP (27,5%) y PSOE (23,9%), que sufren una sangría de apoyos: el -17,1% el PP y el -5% el PSOE de Sánchez respecto al ya vapuleado de Rubalcaba. Con cinco datos muy relevantes: el 60% no votaría nunca al PP; el 61,1% no tiene ninguna confianza en Rajoy, el 64,8% cree que la actuación del PSOE es mala o muy mala y el 68,9% cree que el Gobierno del PP actúa mal o muy mal... al tiempo que la corrupción se sitúa como el segundo problema de la sociedad (42%) sólo superado por el paro (76%). En otras palabras, en Euskadi la gestión de las instituciones públicas no pasa factura a la confianza de la sociedad en el PNV y, desde luego, en mucha menor medida que a Bildu en Gipuzkoa (-6,76%) y al PP (-6,46%) en Araba, mientras en el Estado la corrupción ha volado todo atisbo de confianza en los partidos tradicionales e impulsado un inusitado crecimiento de Podemos.
