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La coalición del Estado

Un acuerdo de gobierno PP-PSOE tiene un predecesor ideológico en la 'Grosse Koalition' de la CDU y el SPD alemanes y múltiples antecedentes en forma de pactos en política socioeconómica y para la uniformidad estatal

EL planteamiento de un gran coalición entre PP y PSOE "si el interés general lo exige", en versión del cabeza de lista del PP en las europeas, Miguel Arias Cañete; o "si el país lo necesita", según el ex presidente español y ex secretario general del PSOE, Felipe González; se deba analizar en virtud del momento y de las perspectivas de ese "interés general". Es lógico que el PP, su candidato, pretenda amalgamar toda la política en cuanto que hoy la lidera. Eliminar diferencias ante la opinión pública es ejercicio elemental en cualquier campaña para aquel a quien las encuestas sitúan de primera opción. Del mismo modo pero por el motivo contrario es comprensible que la candidata Elena Valenciano y el secretario general del PSOE, Pérez Rubalcaba, renieguen hoy de la idea. Pero el planteamiento no se sitúa en el marco de estas europeas sino en el horizonte de las próximas generales ante la posibilidad de que, la primera fuerza, sea PP o PSOE, necesite de acuerdos para formar gobierno. En ese caso, la gran coalición evitaría dependencias de terceros... y pretendería ser no solución a la crisis -que según claman hoy estaría ya remontándose- sino muro de contención a las pretensiones de autogobierno, evidentes en Catalunya a expensas de lo que suceda con el referéndum de noviembre, y predecibles en Euskadi. Existen antecedentes. Uno, muy reciente, entre dos partidos que son referencia respectiva para PP y PSOE, La CDU y el SPD alemanes y su Grosse Koalition en el gobierno de Merkel. Pero, además, PP y PSOE ya han pactado en cada ocasión que ese "interés general" del Estado lo ha requerido. En los Pactos Autonómicos de 1981, que devinieron un año después en su acuerdo en la Loapa; en los Pactos Autonómicos de 1992, que ahormaron más aún al Estado central las realidades autonómicas; en el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo o Pacto Antiterrorista de 2000, que demonizaba al nacionalismo vasco; para rechazar la propuesta de Nuevo Estatuto del Parlamento Vasco o Plan Ibarretxe y para "cepillar" el Estatut de Catalunya, lo hicieron en pleno agosto de 2011 para la reforma de la Constitución que limita el déficit público o, sin ir más lejos, para desbancar al PNV, ganador de las elecciones, y formar en Euskadi el Gobierno de Patxi López en la pasada legislatura (sin obviar el acuerdo PSN-UPN en Nafarroa). ¿Descabellado un gobierno de coalición PP-PSOE? Ni mucho menos.