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Mucho más que unas ausencias

La convención del PP de este fin de semana ha pasado de ser el pistoletazo de salida de la campaña para las europeas a un cónclave en el que se ha visualizado la fractura interna y la falta de un proyecto más allá de la unidad del partido y de España

EL presidente del Gobierno español y del PP, Mariano Rajoy, cerró ayer la convención nacional que los populares del Estado han celebrado el fin de semana en Valladolid y concebida, en un inicio, como el pistoletazo de salida de la campaña para las elecciones europeas del 25 de mayo. La estrategia de Génova era simple: realizar un cónclave a mayor gloria de las políticas del Gobierno con los presuntos logros económicos como bandera de enganche para unir fuerzas y encarar los comicios, teniendo en cuenta que los populares están perdiendo terreno electoral. Pero los últimos acontecimientos han trastocado los planes. El amargo desencuentro con las víctimas de Covite -que otrora fueron baluarte de la estrategia del PP-, la aparición del partido Vox que amenaza con quitarle un importante puñado de votos y la sombra de la fractura interna por algunos desplantes, huidas y ausencias clamorosas como la del expresidente José María Aznar y la de Jaime Mayor Oreja tras su renuncia a encabezar la lista electoral han planeado por la convención y han eclipsado incluso asuntos como los casos de corrupción (Gürtel, Bárcenas), los fiascos de gestión (Madrid, privatizaciones y Gamonal en Burgos, con sus movilizaciones), e incluso las polémicas reformas educativa y del aborto, que levantan ampollas incluso dentro del partido. El cónclave, por tanto, ha concluido con más pena que gloria, con un Rajoy intentando apagar incendios pero sin mucha presión en la manguera y con algún pirómano más, como Esperanza Aguirre, contraprogramando su estrategia. Apenas unos guiños a las víctimas, al PP vasco con Arantza Quiroga al frente y una aparente firmeza contra ETA, todo con tal de aplacar a los críticos. De modo que Rajoy incluso ha colado en el Manifiesto Electoral para las europeas una frase retórica de "apoyo y reconocimiento a las víctimas", lo que viene a poner negro sobre blanco lo que siempre se negó: la utilización electoral del terrorismo y sus consecuencias. Como resumen y reflejo de lo que es y quiere ser el PP, cabe destacar la intervención del exjefe de gabinete de Manuel Fraga, fundador del partido, que proclamó en la convención entre grandes aplausos: "Don Manuel me dijo pocos días antes de morir que le dijera a Rajoy que preservara dos cosas, la unidad del PP y la unidad de España". Como antaño, todo atado y bien atado.