Cuando la clase o el poder político establecido toman la decisión de ponerse por encima de las leyes, suele ocurrir lo acontecido con el tema popularmente llamado doctrina Parot.

Un terrorista, violador o asesino había sido condenado por el Código Penal de 1973 y hasta la reforma de 1995 cabía la posibilidad que por una serie de redenciones por día de trabajo, buen comportamiento, estudios etc., vería su pena reducida.

Pero a partir de esa fecha de 1995, el Tribunal Supremo decidió que las redenciones no se descontarían del máximo de 30 años, sino más bien del total de la condena; calculen un preso condenado a 500 años o más; pues de este modo se aseguraba que los más peligrosos cumpliesen íntegra su condena; o sea 30 años.

Podemos decir que justo o injusto o no deseable es que se cumpla la ley sin ninguna clase de apaños o subterfugios que puedan contravenir el artículo 7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y que tácitamente prohíbe que un condenado pueda permanecer en prisión por más tiempo que por el que se le juzgó; y eso es la ley y caso contrario son chapuzas o artilugios jurídicos.

El problema añadido viene ahora con las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo que reclaman al Gobierno del Partido Popular que no acate la sentencia; pero por cuestionables que sean las consecuencias, la sentencia de Estrasburgo deshace un desaguisado jurídico, aunque también y en este momento y desde cierta clase de prensa y algún que otro partido político, echan la culpa a Rodríguez Zapatero de este disparate jurídico.

Dado que la Justicia española es lenta e inoperante, también se podría pedir al tribunal de Estrasburgo que intervenga y que aclare los casos que hay en España pendientes de resolución; Gurtel, princesa Cristina, Urdangarín, ERE Andalucía, Bárcenas, etc. y de este modo y como dicen algunos voceras políticos las sentencias están para ser cumplidas; pero estos mismos ocultan que solo las acatan, cuando los veredictos les son favorables.

El lehendakari Iñigo Urkullu ha opinado en las últimas fechas que la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre la doctrina Parot debe "entenderse como una oportunidad para una nueva política de paz".

Eso esperamos todos los vascos por el bien de este pueblo.

Pedro. A. Gumiel Gómez de Bergara

Bilbao