Bárcenas y Barcina: una etimología común
Las bestias barcenas son aquellas de pelo blanco y pardo, y a veces rojizo. Añadiremos que barceno y barcena son sinónimos de barcino-a. De esta observación surge el curioso paralelismo: dos personajes de la política tan en candelero como Luis Bárcenas y Yolanda Barcina tienen una etimología a la que solo un acento impide calificar de común. Pero aún hay algo más chocante y es que en su acepción más familiar o argumental tanto barcenas como barcina pueden referirse a persona -o personas- que cambia con frecuencia de partido político.
Hasta aquí la apreciación que consigue llevarnos a comentarios tan irritantes o divertidos como queramos. Pero dejando aparte la etimología y el apoyo impagable de la Real Academia, en el caso que nos ocupa afirmaremos que playas, oficinas, cafeterías, trenes y aviones, redacciones y universidades, sedes de organismos políticos como archivos particulares, toda la piel de toro aparece mañana tras mañana empapelada con los papeles de un exsenador con el pijama de rayas.
Una nueva teoría del best seller se empieza a desplegar con fuerza y los moldes de la literatura se recomponen para dar cabida a este magistral listado que para coger publicidad apareció en la prensa por entregas, casi anónimo ya que el autor negaba en principio su autoría, y en formato de fotocopias.
Dentro de una historia de las ideas políticas se podría clasificar la obra de don Luis como la de El Príncipe en zapatillas haciendo contabilidad pública a vuela pluma entre dispendios y sobresueldos que distraen el engorde en Suiza de las cuentas propias. Es decir, a modo de nuevo Maquiavelo que alecciona a las grandes familias de Génova para conservar e incrementar el poder.
En sueños se nos aparece el exsenador con el pijama de rayas dando conferencias a lo largo y ancho de los cinco continentes; asistiendo con el pijama de rayas a cenas compartidas con personalidades financieras, industriales, políticas y científicas, en los salones más selectos de las grandes capitales. Y no me extrañaría nada que una reconocida marca francesa decidiera lanzar este proyecto de perfumería: En el aura de Bárcenas, con un conjunto de productos para caballeros. Sospecho que para hacernos la peineta.
Javier Quintano Ibarrondo