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El futuro de las cajas vascas

La agenda de los próximos meses está repleta de hitos que marcarán el funcionamiento de las cajas de ahorro vascas, y solo un acuerdo amplio entre partidos e instituciones puede garantizar su futuro y aspectos clave como la obra social

EL memorándum de entendimiento que el Gobierno español ha acordado con el Eurogrupo, donde se definen las condiciones en las que este abordará el rescate del sistema financiero español, ha añadido un nuevo elemento de preocupación para el futuro de Kutxabank y las tres cajas de ahorro que lo integran. El texto del memorándum dice que "las autoridades españolas prepararán para finales de noviembre de 2012 normas que aclaren la función de las cajas de ahorro en su calidad de accionistas de crédito, para, en último término, reducir su participación en las mismas hasta un nivel no mayoritario". Esto quiere decir que, si nada lo impide, el Gobierno de Rajoy aprobará este otoño una normativa que limitará la participación de las tres cajas vascas en Kutxabank y permitirá la entrada de uno o varios socios privados que ostentarán la mayoría del banco que aquellas crearon. Esta nueva regulación ha generado incertidumbre en los gestores de la entidad financiera vasca y entre responsables políticos e institucionales de la Comunidad Autónoma Vasca. No es para menos si se analizan las consecuencias negativas que para la sociedad vasca se derivarían de una regulación alejada de nuestra realidad económica y social: el valor por el que las cajas deberían deshacerse de su participación en Kutxabank seguramente no coincidiría con su valor real de mercado; las exigencias que los inversores privados establecerían a la hora de gestionar los resultados de la entidad financiera podrían poner en cuestión la propia supervivencia de la obra social de las cajas; las familias y empresas dejarían de contar con entidades de crédito próximas; y las instituciones perderían a un necesario colaborador para impulsar sus políticas económicas y sociales. Durante las próximas semanas surgirán noticias sobre el estado de salud de Kutxabank, sobre su capacidad para hacer frente a las provisiones que se establezcan, y sobre el modo en el que el Gobierno se propone abordar esta delicada cuestión. Es importante que este asunto ocupe un lugar destacado en la agenda de responsables políticos, públicos y gestores, y que estos acuerden las bases para asegurar el futuro de una entidades centenarias que han sido un ejemplo de buena gestión y un aliado para el desarrollo económico de Euskadi.