Unos Juegos brillantes
Londres 2012 ha supuesto un salto cualitativo en la organización de grandes eventos internacionales y pasará a la historia, además de por su espectacularidad deportiva y tecnológica, por la consagración definitiva del deporte femenino
LOS Juegos Olímpicos de Londres 2012 son ya historia. Una vistosa ceremonia de clausura cerró anoche, después de dos intensas semanas de competición a cargo de deportistas de élite, uno de los espectáculos más emocionantes y con mayor seguimiento en todo el mundo. A falta de analizar con mayor detalle el desarrollo global de estos Juegos, puede decirse que Londres 2012 ha significado un salto cualitativo en muchos aspectos, y no solo en el organizativo. Sin duda, han sido unos Juegos brillantes, espectaculares, magníficamente organizados, en los que han reinado el orden, la seguridad, el control al detalle de los acontecimientos, se ha desplegado un inmenso caudal tecnológico y en los que todo ha estado supeditado al espectáculo deportivo. Todo escrupulosamente británico y con todos los ingredientes precisos, incluidos los mitos, los récords y las sorpresas, para atraer audiencias millonarias. Con todo, Londres pasará sin duda a la historia de los Juegos por la consagración definitiva del deporte femenino. Ya al comienzo del evento se destacaba como uno de los hitos el avance en el complicado pódium de la igualdad, porque por primera vez en la historia, todas las disciplinas a competición han contado con la participación de mujeres. Un hecho que refleja que cada vez existen menos fronteras visibles entre el deporte practicado por hombres y por féminas, aunque todavía siguen quedando demasiadas fronteras invisibles que, curiosamente, es en los Juegos Olímpicos cuando más desaparecen, lo que hace pensar que si realmente el deporte femenino tuviera la proyección que se merece en los medios, sobre todo las televisiones, quizás el público estaría más volcado en él de lo que está. Por su parte, la representación vasca en los Juegos ha vuelto a ser reseñable y han sido precisamente mujeres las que han brillado con luz propia en Londres, con las medallas logradas por Maialen Chorraut y Maider Unda, así como las conseguidas en deportes coletivos (balonmano, tanto femenino como masculino) y otros cinco meritorios diplomas individuales. Unos resultados dignos pero que pueden y deben ser superados por nuestros deportistas en próximas citas, con un mayor apoyo institucional y con la vista puesta ya en los Juegos de Río de Janeiro que tendrán lugar en 2016.