Londres 2012, espectáculo y deporte

UNA grandiosa y espectacular ceremonia inaugural abrió la noche del viernes los Juegos Olímpicos que ya se están celebrando en Londres y que durarán hasta el próximo día 12 de agosto. Los actos inaugurales de grandes eventos deportivos como el que se ha vivido hace pocas horas en la capital británica suelen estar dirigidos a impactar a una opinión pública generalmente predispuesta a dejarse llevar por la fastuosidad y el artificio de luces y colores y también por los sentimientos que despiertan las imágenes y los sonidos, así como por la ilusión de los propios atletas, siempre unidos a los colores de las banderas de los países a los que en teoría representan. En este sentido, no cabe duda de que el espectáculo ideado por el cineasta Danny Boyle como carta de presentación de Londres 2012 al mundo supo aglutinar el efectismo típico de estos alardes visuales y tecnológicos con guiños más que evidentes a la idiosincrasia, la cultura, los mitos, la música y, en definitiva, a la identidad más típicamente británica. No en vano desfilaron por el estadio olímpico desde James Bond siempre al servicio -nunca mejor dicho- de su majestad -la reina Isabel II exhibió un humor también muy británico- a Shakespeare, pasando por Mary Poppins, los Beatles, los Rolling Stones, Mr. Bean y hasta David Beckam, uno de los últimos ídolos de las islas. Todo muy británico, quizá excesivamente británico para lo que se supone una fiesta de hermandad deportiva más allá de toda frontera. En cualquier caso, los Juegos Olímpicos de Londres están ya en marcha con el objetivo oficial de que sean los más grandes de la historia y el oficioso de que los gravísimos problemas de seguridad que se han venido denunciando no terminen por causar problemas y deteriorar la imagen de Gran Bretaña en el mundo. Ahora, es el momento de los atletas. Millones de personas disfrutarán de las hazañas deportivas en un evento que, en esta edición más que nunca, tendrá en internet y en las redes sociales -lo está teniendo ya- una proyección sin precedentes y que mostrará su verdadera dimensión. En este ambiente, extraño y a la vez ilusionante, una treintena de deportistas vascos que compiten en estos Juegos Olímpicos intentarán pasar a la historia consiguiendo alguna de las preciadas medallas. Un reto apasionante, un espectáculo vibrante y global.