LA admisión a trámite por el Tribunal Constitucional del recurso presentado por el Gobierno español con el fin de declarar conflicto positivo de competencias frente a la norma con que el Gobierno vasco pretendía neutralizar el decreto ley 16/2012 que establecía el copago farmacéutico no solo anula la pretensión del Ejecutivo socialista de eludir su implantación, al suspender cautelarmente lo aprobado en el Consejo de Gobierno de Gasteiz el 26 de junio, sino que cuestiona la pretensión de Patxi López de erigirse de cara a la cercana contienda electoral en defensor del autogobierno vasco. En primer lugar, la admisión del recurso y la en consecuencia inmediata puesta en práctica del copago de las medicinas -el propio Gobierno vasco maneja el 1 de agosto como fecha- debido a la suspensión del decreto de Lakua hasta que el TC emita una resolución, lo que como mínimo llevará varios meses, deja el problema sobre la mesa del próximo gobierno. Pero la evidencia de que sería precisamente esto lo que ocurriría no hace sino alentar la sospecha de que el objetivo del Gobierno López era precisamente ese y no la defensa de sus atribuciones competenciales. En segundo lugar, al justificar el Ejecutivo vasco la no aplicación del copago en el propio decreto-ley del Gobierno español y el hecho de que su texto permite ampliar las carteras de servicios de Sanidad y no en la competencia exclusiva que el art. 10.15 del Estatuto de Gernika le otorga sobre la ordenación farmacéutica en virtud del art. 18.1 -"corresponde al País Vasco el desarrollo legislativo (...) en materia de Sanidad Interior"- y del art 18.3 -"corresponde también al País Vasco la ejecución de la legislación del Estado sobre productos farmacéuticos"- abría precisamente la puerta a que el Consejo de Estado interpretara el recurso desde la atribución "en exclusiva" al Estado de la financiación del sistema de salud, obviando también el art. 18.4 del texto estatutario por el que la CAV "organiza y administra dentro de su territorio todos los servicios relacionados con las materias antes expresadas" como, por otra parte, ha venido realizando. Y eso también cuestiona el alcance del interés con que el Gobierno de Patxi López ha tratado de evitar que los problemas financieros del Estado español se trasladen a los ciudadanos vascos también a través del pago parcial de más de trescientos medicamentos.