Ongi etorri, Kutxabank
El nuevo banco vasco que hoy echa a andar está obligado a crecer, a ser competitivo y a no olvidar sus raíces, su compromiso con la sociedad vasca y su papel como instrumento financiero en favor del desarrollo y progreso del país
TRAS nueve meses de conversaciones, negociaciones, grandes dificultades y obstáculos y muchas horas para explicar el proyecto, sobre todo, a aquellos que eran más renuentes ante el temor de una posible bancarización de las cajas vascas, por fin celebramos el feliz nacimiento de Kutxabank. El nuevo banco inicia hoy su andadura operativa con la misión de convertirse en un elemento tractor de la economía vasca, necesitada de contar con un músculo financiero suficiente para poder salir con resolución de la actual coyuntura. Kutxabank se va a convertir también en una referencia importante dentro del sistema financiero estatal, que va a a sufrir en los próximos meses una profunda reestructuración hasta el punto de quedarse reducido a seis o siete entidades, una de ellas, precisamente, el banco vasco. El nuevo panorama financiero que se abre ofrece muchas oportunidades para que Kutxabank pueda jugar un papel muy importante en el futuro, ya que la nueva entidad es fruto de unas cajas que son las más solventes y sólidas de todo el Estado, tal y como lo han demostrado los test de estrés a los que se han sometido las entidades financieras. Esa fortaleza debe ser incrementada con un aumento de tamaño que haga duplicar sus activos hasta alcanzar los 150.000 millones de euros, aunque desde la óptica de aplicar criterios de rentabilidad y eficiencia con el fin de poder competir en un escenario cada vez más difícil y competitivo. La crisis iniciada con la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2007 está provocando tal cambio en los escenarios conocidos que hay que prepararse de manera firme para poder afrontar con solidez un futuro impredecible a día de hoy. Sin abandonar el marco financiero general, donde Kutxabank debe ser un referente, igual que lo han sido hasta ahora las cajas vascas, el nuevo banco está obligado a no olvidar sus raíces, su compromiso con la sociedad vasca y su papel como el único instrumento financiero que debe tener como horizonte el desarrollo y el progreso de los ciudadanos y las empresas de este país. Y en ese compromiso está el mantenimiento de la Obra Social de las diferentes cajas, un elemento que no solo ha formado parte ineludible de la realidad y de la idiosincrasia de estas entidades sino que ha facilitado y encauzado proyectos vitales para Euskadi y ha coadyuvado a la integración y vertebración social del país, contribuyendo al progreso y bienestar de todos. Kutxabank es ya una realidad. Hoy tendrá lugar la celebración del primer consejo de administración del banco y los distintos nombramientos. Una composición que no ha estado exenta de polémica pero que se ha resuelto de la única manera posible ante la actitud obstruccionista de algunas formaciones políticas, más interesadas en cuestiones partidistas que en la eficacia y profesionalidad de la entidad.