Aproximación a los recortes
Las medidas anunciadas por el Gobierno Rajoy ni siquiera alcanzan los 16.500 millones anunciados en el discurso de investidura y solo son un avance de los presupuestos que, en marzo, deberán permitir triplicar la reducción del déficit
MARIANO Rajoy sigue haciéndose esperar. Pese a la parafernalia mediática que ha acompañado al anuncio de las medidas de ajuste aprobadas en el Consejo de Ministros celebrado ayer, la realidad es que el Gobierno español sigue sin presentar un proyecto viable para hacer frente a la crisis económico-social que afecta al Estado. En primer lugar, no se puede dudar de que el déficit del 8% es dos puntos superior al calculado allá por octubre en las previsiones del Gobierno que presidía Zapatero, pero tratar de negar -o de camuflar- que ese 8% ya entraba en los cálculos de todos los agentes económicos y políticos y que Rajoy conocía hace meses el panorama de déficit que se iba a encontrar a su llegada a La Moncloa es simplemente negar la evidencia o, peor aún, engañar a la sociedad que le otorgó la mayoría absoluta. Consideración similar merece el hecho de otorgar categoría de panacea a los recortes del gasto ministerial (8.900 millones) cuando en realidad suponen la mitad del ajuste anunciado por Rajoy en su discurso de investidura (16.500 millones) y ni siquiera este alcanza para hacer posible al final de 2012 el objetivo del 4,4% marcado por la UE y que, tras ese aumento de dos puntos del déficit, obligará a un recorte de 36.000 millones de euros. En la lista de recortes del gasto, además, llama la atención el énfasis del mismo en ministerios como Industria (1.094 millones), Economía (1.085) o Fomento (1.612), con lo subsiguiente reducción de la inversión y, por tanto, del impulso a la economía productiva -que es la que crea empleo-, o en Educación (485) o Sanidad, con la lógica afección a la intervención pública en el ámbito de la cobertura social, frente a ministerios como Defensa (340) y especialmente Interior (apenas 163 millones de rebaja incluyendo la reducción de las subvenciones a los partidos políticos). Son además y precisamente los dos ministerios en los que se permitirá una tasa de reposición de personal del 10%; es decir, los únicos funcionarios que repondrá el Gobierno Rajoy son militares y policías. Esto, que puede dar una idea de las verdaderas prioridades del Ejecutivo, viene refrendado por un doble incumplimiento. Por un lado, el de la actualización de las pensiones, que no se adecuan respecto al IPC -el 1% no llega ni a la mitad del incremento del coste de la vida-, lo que supone una pérdida de poder adquisitivo y un empobrecimiento social. Por otro, el de la promesa de no subir los impuestos, que se aumentan de modo indiscriminado para paliar, con un ingreso adicional de 6.264 millones, la incapacidad para realizar más recortes... de momento. Con el agravante de que el aumento impositivo se carga en las rentas de trabajo (4.200 millones) y no en las de capital (1.246). Y, pese a todo, no se alcanzan los 16.500 millones anunciados (se queda en 13.500). La verdadera política de recortes de Rajoy llegará con la aprobación de los presupuestos... superado ya el 4 de marzo y las elecciones andaluzas.