Nafarroaren Geroa

LA confirmación pública de Geroa Bai, el nombre con el que acudirá a las elecciones del 20-N en Nafarroa la coalición liderada por Uxue Barkos y formada por el PNV, la plataforma de independientes Zabaltzen y la formación Atarrabia Taldea; supone dar continuidad a un proyecto que surgió hace ocho años con notable éxito. Entonces Nafarroa Bai, se presentó por primera vez como coalición a las elecciones generales de 2004, logró una diputada, la propia Uxue Barkos, y obtuvo 61.045 votos, el 18,04%, porcentaje más alto alcanzado hasta la fecha en unas elecciones al Congreso por una opción de carácter vasquista y que aun aumentaría ligeramente cuatro años después. En este tiempo y tras convertirse en la verdadera voz de la sociedad navarra en Madrid, la coalición se ha venido constituyendo como la corriente central de la política en Nafarroa. Situada en el cauce donde se unen las sensibilidades aber-tzales y progresistas, no solo ha venido siendo la oposición institucional a la derecha, tanto en la versión cerril que oculta su extremismo tras las cadenas de Nafarroa como en la versión obviamente centralizadora; sino que ofrece un nítido contraste con las otras fuerzas que se pretenden de izquierdas, tanto la desmoronada e irreconocible del PSN como la abertzale radical del entorno de Batasuna. Sin embargo, el regreso de estos últimos a la participación institucional con la irrupción de Bildu y su apuesta por los intereses partidistas en detrimento de los de la recuperación de la mayoría en Nafarroa ha pretendido fagocitar -atrayendo primero a EA y posteriormente a Aralar- el único proyecto que hasta la fecha se podía convertir en alternativa vasquista de poder en la Comunidad Foral. Incluso hasta el punto de impedir la utilización de un nombre, Nafarroa Bai, que responde a una realidad sociológica muy distinta a la de la mayoría política que conforma la opción de la izquierda abertzale en la que se han integrado Aralar y Eusko Alkartasuna. Porque Geroa Bai aún es hoy aquello que Patxi Zabaleta -ahora en Bildu con Aralar- afirmó en su día respecto a Nafarroa Bai: más progresista que el PSN, lo que no es difícil de entender; y más navarrista que UPN, que tampoco; pero también y al mismo tiempo más efectivo en lo abertzale que quienes instalados en el maximilismo pretenden una acumulación de fuerzas que a corto plazo y ante la realidad social navarra solo puede tener el mismo efecto que el que ya tuvo el planteamiento radical que ha carcomido la raíz -política, pero también cultural- vasca de Nafarroa. Porque, en realidad, no se trata de sumar a los abertzales que ya lo son, sino de que la semioculta corriente vasquista permita sumar abertzales que aun no lo son para encauzar hoy esa nueva mayoría de un próximo futuro: Nafarroaren Geroa.