Síguenos en redes sociales:

Abiertos al mundo

El éxito de la inauguración ayer del restaurante Basque en la gran manzana o el reportaje publicado por el "The New York Times" prueban que, a rebufo del "efecto Guggenheim", Bilbao y Bizkaia proyectan su gastronomía y su cultura

BILBAO vies for culinary supremacy" (Bilbao compite por la supremacía culinaria) . Este es el titular de ayer domingo en una destacada llamada en portada del prestigioso diario International Herald Tribune, la edición global del The New York Times y referido al amplio reportaje interior en ambos periódicos el que se ensalza la calidad de cuatro restaurantes vizcainos. No es, ni mucho menos, la primera vez que la prensa especializada internacional pone su foco en Bilbao y su entorno, principalmente para destacar la gran transformación de la capital vizcaina merced al denominado efecto Guggenheim y, cómo no, la extraordinaria gastronomía de nuestra tierra. Si los periodistas norteamericanos que han elaborado estos y otros reportajes sobre Bilbao hubieran escuchado la diatriba que dedicó en un simposio internacional celebrado en Brasil todo un consejero de Cultura (Antonio Rivera) al Museo Guggenheim y, a la postre, a su Fundación, a buen seguro no hubieran dado crédito a lo que se les contaba. O, en el mejor de los casos, no hubiesen creído que quien pronunciaba aquellas palabras era un representante institucional del Gobierno vasco, perteneciente al Patronato del Museo, sino, quizá, un miembro radical de alguna típica organización contraria por norma a todo lo que huela a norteamericano. El hecho cierto es que Bilbao, Bizkaia y Euskadi están situadas en el mapa en gran parte gracias a ese efecto Guggenheim que algunos pretenden eliminar. Prueba de ello es el reportaje del The New York Times, como lo es también -en feliz coincidencia en el tiempo- la inauguración, también ayer, en pleno centro de Nueva York del restaurante Basque, un innovador proyecto fruto de la unión de la iniciativa privada y la pública que supone un punto de inflexión en el modo en que Bilbao y lo vasco se asoman al mundo. La aventura la protagonizan catorce grandes cocineros vizcainos con apoyo de la Diputación de Bizkaia como modo de dar a conocer en el corazón de la modernidad la cultura gastronómica de nuestro país y, al mismo tiempo, captar turismo de élite. Estos gastrónomos se irán alternando en la cocina del Basque para expandir la peculiaridad de nuestra comida, una excelente tarjeta de presentación de Euskadi en el mundo. Son iniciativas como estas, junto con el trabajo diario de sociedad e instituciones, las que proyectan a nuestro país a nivel internacional y que, al fin y al cabo, revierten de forma positiva en nuestra economía y en la a menudo distorsionada visión que se tiene de los vascos. Algo ya ha empezado a cambiar, como lo prueban estos casos o la excelente acogida del pabellón de Bilbao en Shanghai. El "nuevo efecto Bilbao" del que habla el reportaje del diario neoyorquino puede empezar en las cocinas pero a buen seguro puede y debe calar en las muy diversas facetas de la cultura vasca.