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No olvidar al Alzheimer

Bajo el lema "Juntos Podemos", afectados, familiares y profesionales sanitarios piden en el Día Mundial del Alzheimer, que se celebra hoy, más recursos y atención para hacer frente a una enfermedad que crece más rápido que su conocimiento

el Alzheimer se extiende a un ritmo mucho más veloz que la investigación y el conocimiento de la enfermedad, que conlleva la pérdida total de la memoria. Hoy en día no tiene solución. Dicha constatación resulta una tragedia que rezuma impotencia, sobre todo porque la previsión que manejan algunos expertos es que el Alzheimer crezca un 75% en los próximos 25 años. Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer. Una buena jornada para reflexionar. "Cuando le diagnosticaron la enfermedad no teníamos casos cercanos entre la familia o amigos. ¿Qué podíamos hacer? Yo empecé a leer libros...". Son palabras de Diana Garrigosa, esposa de Pasqual Maragall, ex president de la Generalitat y enfermo de Alzheimer. Su testimonio recoge el sentir de muchos afectados. Y al hablar de afectados, como en casi todas las enfermedades -pero en ésta aún más-, lo son tanto el enfermo como su familia. Maragall y su entorno han conseguido socializar más este mal. El impactante documental -así lo califican quienes lo han visto- titulado Bicicleta, cuchara, manzana, que narra en imágenes los dos últimos años del político catalán, ayudarán a que el Alzheimer pase de los duros ámbitos privados a la esfera pública. Y eso, seguramente, ayudará. Como lo haría un mayor respaldo de la Administración, más atención, no sólo para los pacientes sino también para sus cuidadores, más recursos directos, un aumento de las plazas en las unidades de memoria y en los centros específicos, un incremento de las partidas para investigación, una atención socio-sanitaria integral a los enfermos y a sus cuidadores, y una revisión de la ley de Dependencia que agilice los trámites y garantice una adecuada atención son algunas de las demandas que los familiares de los enfermos y los profesionales que los atienden. Según estimaciones de los profesionales que combaten el Alzheimer, en la CAV podría haber entre 30 y 35.000 afectados por esta dolencia, que algunos auguran se convertirá en pandemia. La cifra no es mejor que en el resto del Estado, donde los afectados superan los tres millones. Sin lugar a dudas, empieza a ser un asunto de Estado. Teniendo en cuenta que en el proceso evolutivo de la enfermedad tan importante es el enfermo como el cuidador -que suele ser un familiar o una persona muy cercana que sacrifica su vida profesional y personal por atenderle-, la problemática de la falta de recursos se multiplica. Parece más que evidente que es necesario no sólo un esfuerzo de inversión económica sino una mayor implicación de las administraciones para seguir trabajando en varios frentes: desde la mejora en la investigación para tratar de retardar o mitigar la aparición de la enfermedad, garantizar la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores, hasta una mejor coordinación de todos los recursos disponibles. En definitiva una política valiente para luchar contra una enfermedad terrible.