Tras el fracaso de un alto el fuego en la Franja de Gaza coincidente con el Ramadán, Israel acelera sus planes de una incursión terrestre sobre Rafah, un enclave en el sur de la Franja, donde malviven 1,4 millones de gazatíes, en su mayoría desplazados. Tanto el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, como el propio primer ministro, Benjamín Netanyahu, no dudaron ayer en poner a Rafah en el centro de la diana de los próximos objetivos del Ejército de Israel.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, deslizó ayer que la tan anunciada operación militar terrestre sobre la ciudad de Rafah es inminente. “Quienes piensan que vamos con retraso, pronto verán que llegamos a todos ellos”, advirtió durante una visita a las tropas que están acantonadas en Gaza.

“Aquí se está haciendo un trabajo extraordinario sobre y bajo tierra, las fuerzas llegan a todas partes y la conclusión es que no hay lugar seguro en Gaza para los terroristas”, manifestó Gallant, según informó el diario Times of Israel.

“Incluso aquellos que piensan que nos estamos retrasando pronto verán cómo llegamos a todos ellos”, advirtió Gallant, quien prometió llevar ante la Justicia a cada uno de los que estuvo involucrado en los ataques del 7 de octubre.

“O los eliminaremos o los llevaremos a juicio en Israel. No hay un lugar seguro, ni aquí, ni fuera de Gaza, ni en ningún otro lugar de Oriente Próximo, pondremos a todos en su lugar”, subrayó.

Objetivo clave

Por su parte, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, reiteró en una reunión en Jerusalén con el primer ministro holandés, Mark Rutte, que empezar la ofensiva terrestre en Rafah es “esencial” para lograr sus objetivos en la actual guerra en la Franja de Gaza.

Netanyahu lleva semanas avisando de que el siguiente paso de su ejército es el asalto de Rafah, en el sur de la Franja, donde malviven 1,4 millones de gazatíes, en su mayoría desplazados, pese a las peticiones tanto de la ONU como de su gran aliado, Estados Unidos, de que no lo haga para evitar “otra masacre de civiles”.

“Para ganar esta guerra necesitamos destruir los batallones que quedan de Hamás en Rafah. Si no lo hacemos, Hamás se reagrupará y se rearmará para reconquistar Gaza”, manifestó ayer.

En el que fue el cuarto encuentro entre los dos líderes, Netanyahu también insistió en que no reconocerá la creación de un Estado palestino porque eso “sería un logro para Hamás”.

Sobre la entrega de ayuda humanitaria, Netayanhu le pidió a Rutte que su país se sume a la iniciativa del corredor marítimo puesta en marcha por dos oenegés españolas –Open Arms y Central World Kichen– y que se inauguró el martes con el objetivo de hacer llegar, en esta primera misión, un total de 200 toneladas de alimentos.

Para Israel, las relaciones diplomáticas con los Países Bajos se han convertido en una prioridad tras la acusación de genocidio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, a manos de Sudáfrica.

El Gobierno de Israel lleva semanas anunciado que el siguiente paso de la operación militar contra la Franja de Gaza, iniciada un día después de los ataques de Hamás del 7 de octubre, es una intervención terrestre sobre la ciudad de Rafah, en donde un millón de personas se amontona sin saber dónde refugiarse después de que el enclave haya sido destruido después de cinco meses de bombardeos.

La comunidad internacional ha advertido al Gobierno israelí de las consecuencias devastadoras que tendría una operación de este tipo si finalmente se lleva a cabo. Sin embargo, Israel insiste en que en Rafah se halla el último bastión de Hamás.

Presupuesto bélico

En este contexto, el Parlamento de Israel (Knesset) dio ayer ‘luz verde’ a un nuevo presupuesto para 2024, que asciende a 584 millones de séqueles (146 millones de euros), y que permitirá al Ejército israelí continuar con su ofensiva militar sobre Gaza.

La medida, aceptada por 62 votos a favor frente a 55 en contra, eleva el presupuesto en 70 millones de séqueles (17 millones de euros) frente a las cuentas aprobadas en mayo de 2023 por la Knesset. El incremento se debe, fundamentalmente, a los gastos ocasionados por la situación en el enclave palestino. Alrededor de 55 millones de séqueles (13,8 millones de euros) de esos 70 millones adicionales se destinarán a financiar al Ejército, mientras que el monto restante se utilizará para cubrir gastos del sector civil.

Las cuentas fueron aprobadas tras una tensa sesión de debate en la que hubo una oposición interna dentro de la coalición gobernante, fundamentalmente del ministro de Agricultura, Avi Dichter, que forma parte del Likud, el partido de Netanyahu. Dichter se opuso frontalmente a los recortes en el presupuesto de Agricultura, si bien logró un acuerdo con Netanyahu, que se comprometió a “resolver la crisis agrícola” para Pascua.

Por su parte, el líder del opositor Yesh Atid, Yair Lapid, aseguró que es el presupuesto “más sectorial” y “despilfarrador” de la Historia del Estado de Israel, ya que no tiene en cuenta a la clase media israelí, los trabajadores o los jóvenes.

En corto

Ataque

Cinco muertos en Rafah. Al menos cinco personas murieron ayer y al menos otras 22 resultaron heridas, en un bombardeo israelí contra un centro de distribución de esta agencia de la ONU en Rafah. “Un trabajador de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un policía y tres civiles murieron en el ataque”, confirmaron fuentes del servicio de emergencias.

Barco

Otra nave tras el ‘Open Arms’. Las autoridades de Chipre anunciaron ayer que un segundo buque con ayuda humanitaria está preparado para zarpar hacia la Franja de Gaza una vez el barco de la organización no gubernamental ‘Open Arms’, que cuenta con 200 toneladas de alimentos a bordo, finalice su misión.