Hyundai redefine el concepto de berlina con el Ioniq 6. Esta nueva propuesta conjuga el futuro perfecto del verbo innovar proponiendo un audaz formato sedán con silueta aguzada e impulsión 100% eléctrica. Su apuesta estética desconcierta al principio, pero seduce sin repeler, y termina convenciendo por cualidades como la amplitud y el bienestar a bordo que propicia. El Ioniq 6 persuade también gracias a la solvencia de sus movimientos. Gana conversos para la causa eléctrica acreditando niveles de autonomía (hasta 614 km) que permiten viajar y/o distanciar las recargas, operaciones rápidas y rentables debido al bajo consumo que homologa (desde 13,9 kWh a los 100 km). La marca surcoreana ofrece tres variantes del modelo: la de 151 CV lleva batería de 53 kWh, y las de 228 y 325 CV montan una de 77 kWh. Los precios de partida, sin contabilizar las promociones, ascienden a 49.620, 58.010 y 66.360 euros.

Cuando parecía que nada florece fuera de la parcela SUV, Hyundai, firma experta en ese monocultivo, saca de la chistera el insólito Ioniq 6. El segundo automóvil exclusivamente eléctrico de la compañía es, como sugiere su denominación, un hermano mayor del Ioniq 5, con el que comparte dosis de tecnología y diseño. A diferencia del presunto compacto con estilo crossover, el recién llegado adopta forma de sedán de clase media-alta. Esta condición viene determinada tanto por su hechura como por la calidad de fabricación y el empaque general. Si no fuese por su osado diseño estilizado, encajaría en los cánones de las berlinas clásicas con alto poder de representación. La propuesta de Hyundai lo tiene, desde luego, pero algo eclipsado por el carácter innovador de su inaudita estampa.

El Ioniq 6 ocupa 4,85 metros de largo, 1,88 de ancho y 1,49 de alto; separa sus ejes 2,95 metros. Presenta una silueta estilizada, caracterizada por la parábola que describe su línea superior al fundir capó delantero, cabina y zaga en un trazo único. Tan insólita figura lo convierte en disidente de la dictadura SUV y procura uno de los mejores coeficientes aerodinámicos del sector. Ello no es impedimento para cobijar un habitáculo amplio y diáfano, ideal para acomodar a cuatro adultos, pero bien dispuesto a acoger al quinto. El Ioniq 6 brinda atrás la misma holgura para las piernas que el Ioniq 5, aunque no tanta para las cabezas; de hecho, la inclinación de su parabrisas posterior incordia algo a las personas más altas. El escueto porta equipaje ofrece 401 litros; el cofre delantero suma otros 45, que se quedan en 15 en la versión más solvente al hacer sitio al segundo motor.

La concepción interior cultiva un cierto minimalismo. Esa apuesta por la sencillez simplifica la instrumentación renunciando a los controles superfluos, pero manteniendo los pulsadores necesarios. El puesto de conducción, enfrentado a un conjunto de dos pantallas de 12,3 pulgadas (cuadro y multifunción), permite a cualquiera dar con la postura idónea al volante; este desplaza el logo central para hacer sitio a unos puntos de luz indicadores del nivel de carga de la batería.

El vanguardista sedán dispone de multitud de recursos para hacer más cómodo y seguro su manejo y disfrute. La versión más ambiciosa, por ejemplo, sustituye los retrovisores convencionales por unos tirantes con cámaras algo aparatosas; sirven imágenes a unas pantallas de tamaño respetable alojadas en los extremos del salpicadero, posición que facilita acostumbrarse a su uso ya que el barrido inconsciente de los ojos tropieza con ellas de camino al retrovisor clásico.

Hyundai vende el Ioniq 6 en tres configuraciones cerradas, una por versión motriz, que van incrementando dotaciones y precio en paralelo. Todas comparten un abundante bagaje esencial: equipo de sonido, conexión con Android Auto y Apple CarPlay, carga inalámbrica, cámara trasera, llantas de 18 pulgadas, faros led, climatización con dos zonas, arranque y acceso sin llave, apertura sin manos del maletero, asiento, volante y retrovisores eléctricos calefactados… Además, cuentan con una versión mejorada del paquete de serie SmartSense, en el que la marca aglutina todos los sistemas de asistencia a la conducción.

El Ioniq 6 es un turismo orientado a un uso más bien familiar. Ofrece impecables prestaciones en carretera, donde muestra un aplomo derivado de su considerable peso. Pero su enfoque no es especialmente deportivo, ni siquiera en la versión con más potencia. Como casi todos los eléctricos, puede aprovechar los kilovatios para realizar aceleraciones fulgurantes derrochando batería, pero ese no puede ser el objetivo de quien quiera llegar lejos. Con todo, el software del modelo permite tomar decisiones personales sobre los modos de respuesta (normal, sport y eco) y también respecto al tacto de conducción, eligiendo entre tres niveles de rendimiento del motor, tres de sensibilidad del acelerador y dos de firmeza de la dirección.