¿Qué conocimientos y experiencia va a dar a conocer Tekniker en vuestras presentaciones durante el congreso?

Las dos primeras ponencias están relacionadas con la generación de hidrógeno verde, lo que se conoce como electrolizadores. A día de hoy, estos stacks necesitan un desarrollo hacia la industrialización de dichos componentes. Nuestra primera sesión se va a centrar en tecnologías PVD (Physical Vapour Deposition) para ayudar en el escalado y la industrialización de este tipo de electrolizadores. 

La segunda trata sobre la reducción de la cantidad de materiales críticos que llevan estos stacks. Éstos funcionan con materiales de grupos de platino e iridio principalmente, y es necesario reducir la cantidad hacia una comercialización de estos sistemas. La tercera va a dar a conocer las capacidades de Tekniker en la caracterización y testeo de materiales expuestos al hidrógeno, material con menor densidad de los que conocemos y que penetra a través de todos los materiales degradándolos. La cuarta y última se refiere más al entorno de desarrollo de herramientas de simulación para poder ayudar a empresas en dimensionar una planta completa de generación de hidrógeno verde.

Lucía Mendizabal en el stand de Tekniker de EHEC 2024.

¿Qué otros proyectos e iniciativas relevantes estáis llevando a cabo dentro del campo del hidrógeno?

Actualmente, estamos trabajando con industrias estatales para ayudarles a optimizar, modelizar y digitalizar las plantas de generación de hidrógeno del futuro. Hay mucha tecnología de potencia envuelta en este ámbito; está la electrónica de potencia, el stack (dispositivo que convierte el agua en hidrógeno verde), y lo que se conoce como balance de planta, que comprende a todos los auxiliares para que ese hidrógeno se separe y se purifique. Por otro lado, si se prevé incorporar hidrógeno en aviación, la única manera de hacerlo es a través de hidrógeno líquido, por lo que también estamos investigando en la línea de convertir el hidrógeno en hidrógeno líquido. Esto implica temperaturas criogénicas (menos de 20 K), causando una degradación en los materiales. 

¿Cuáles son los principales retos que afrontáis como centro tecnológico y de investigación a la hora de desarrollar estos proyectos?

Las tecnologías del hidrógeno actualmente aún son poco maduras y no son comerciales. Hay cuestiones pendientes como la falta de regulación o de estándares de validación. También nos estamos encontrando con la necesidad de equipos multidisciplinares, con perfiles diversos de ingeniería, física, abogacía, que tienen que converger, y a veces no resulta fácil el entendimiento. Otro aspecto a destacar es la colaboración público-privada; las empresas tienen mucho interés en la descarbonización y el hidrógeno es un factor clave. Recibimos muchas propuestas de colaboración, lo que resulta muy enriquecedor, pero a la vez nos supone también un reto.  

La sede de Tekniker en Eibar cuenta con un laboratorio diseñado específicamente para experimentos con tecnologías del hidrógeno. ¿Cuáles son las principales acciones que lleváis a cabo en relación a estas tecnologías?

En nuestras instalaciones disponemos de bancos de ensayos para tecnologías de electrólisis alcalina y PEM, donde podemos testar distintos materiales y stacks para la generación de hidrógeno verde. En otra zona, hacemos caracterización de materiales frente a permeabilidad y fragilización por hidrógeno. Finalmente, también disponemos de un reactor en el que investigamos el desarrollo de líquidos orgánicos portadores de hidrógeno. Éste, al ser un gas, cuesta mucho transportarlo, por lo que actualmente también estamos trabajando en materiales alternativos más sostenibles para su transporte de cara a futuro. 

¿Qué papel juega la independencia energética en el futuro de la economía y sociedad vasca?

Euskadi cuenta con un tejido industrial muy importante, con industrias muy intensivas en cuanto a la necesidad de energía. La capacidad de generación de nuestro propio combustible, el hidrógeno en este caso, y de poder utilizarlo para sustitución de gas natural, nos proporcionará dos cosas. Por un lado, la reducción de emisiones de nuestra economía, por otro, el no depender de terceros países a la hora de necesitar importar todo ese combustible fósil. Esto supone una clave para el crecimiento, no sólo de ciertas empresas, sino en el sentido de poder traer a casa todas estas tecnologías nuevas asociadas a la transición energética para el beneficio y crecimiento de nuestro tejido industrial y de la sociedad en su conjunto. 

¿Qué sectores van a cobrar más relevancia a la hora de utilizar el hidrógeno verde como alternativa a los combustibles fósiles?

Ya existen industrias que consumen el llamado hidrógeno gris, producido mediante reformado de gas natural y que tiene asociado emisiones de gases de efecto invernadero. Se trata del primer mercado, principalmente refinerías e industria química para generación de amoniaco, en el que se consumen actualmente 95 millones de toneladas de hidrógeno. Lo primero, sería sustituir el hidrógeno gris por el verde. El segundo mercado lo conforman todas las industrias que, a día de hoy, usan gas natural en hornos de combustión para distintos procesos de fabricación, como acerías o la industria del vidrio. Estas están buscando un cambio porque no son fáciles de electrificar, y la única forma que tienen de descarbonizarse es sustituyendo el gas natural por hidrógeno verde. Por último, el sector del transporte pesado; trenes, barcos y, sobre todo, aviones, no tiene otra manera de descarbonizarse sino a través del uso del hidrógeno como combustible

¿Qué papel juegan las alianzas y colaboraciones en el avance hacia la transición energética?

Durante los últimos cuatro años que llevamos trabajando de forma intensa en el desarrollo de tecnologías del hidrógeno, nos hemos dado cuenta de que la tecnología estaba menos madura de lo que pensábamos, y que es necesaria una colaboración entre distintas industrias y centros de investigación. Foros como EHEC 2024 nos brindan la oportunidad de conocernos, afianzar relaciones y trabajar todos a una. 

¿Qué importancia tiene para la investigación vasca la celebración de eventos como EHEC 2024 en Euskadi?

Es una maravilla poder tener el EHEC aquí en Euskadi. Representa una oportunidad única y un escaparate tanto para los centros que trabajamos en investigación, de cara a encontrar empresas con las que colaborar, como para nuestras propias empresas, de cara a afianzar relaciones y a buscar clientes. Creo que también nos tenemos que enorgullecer de contar en Euskadi con el Corredor Vasco del Hidrógeno, del que somos parte junto con más de 70 empresas y centros de investigación. En este sentido, EHEC 2024 supone también un premio al impulso que se quiere dar al hidrógeno en Euskadi.

Mañana es el 8M, Día Internacional de la Mujer; tradicionalmente, la ciencia y tecnología se ve como un sector masculinizado. ¿Qué medidas podrían resultar eficaces para avanzar hacia la igualdad en la industria STEM? 

La poca presencia de mujeres en este sector es, a día de hoy, una realidad. Por ejemplo, actualmente sólo un 25% de mujeres estudian carreras de ingeniería. En este sentido, uno de los aspectos que me parece más importante son los referentes. Aunque ya existen iniciativas en esta línea, deberíamos promover más referentes de mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología, por ejemplo, a través de visitas a centros educativos para visibilizar que las mujeres somos igual de válidas que los hombres para este tipo de carreras.