La confianza de los hogares vascos se ha recuperado ligeramente en el cuarto trimestre del año, aunque continúa en valores negativos, según un estudio de Laboral Kutxa.

El informe pone de relieve que la senda de mejora de la confianza dependerá del "grado de reversión de la inflación, la contención o rebaja del precio del dinero, la continuidad en el impulso de la actividad económica y, sobre todo, del empleo".

El estudio concluye que "prevalece el pesimismo sobre la marcha de la economía general," mientras que las expectativas sobre la evolución del desempleo son "casi positivas" y mejoran también de forma notable las perspectivas sobre la economía del hogar.

Confianza e inflación

Este último apartado está condicionado por los efectos derivados del escenario inflacionista, que incide en las decisiones de gasto (afrontar precios mayores), inversión (coste de la financiación, aumento de los tipos de interés) y ahorro (mejor remuneración).

La constancia de que, en términos globales, "la inflación se va doblegando" -en tasas inferiores al 4 % desde mayo en Euskadi- es un factor "relevante" en la mejoría de la confianza de los hogares sobre la economía del hogar, señala el estudio.

En este contexto, los hogares vascos anticipan un menor crecimiento de los precios y mejoran la valoración del momento de compra con unas expectativas de grandes compras que se mantienen, aunque la intención de compra de vivienda se debilita.