CaixaBank cerró el primer trimestre del año con un beneficio neto de 855 millones de euros, un 21,1 % más que en el mismo período de 2022, pese a abonar 373 millones de euros por el impuesto extraordinario a la banca.

En una comunicación a la CNMV, el supervisor bursátil español, el banco ha dado a conocer este viernes sus resultados de enero a marzo y ha precisado que este impuesto le ha supuesto "restar el 30 % de los beneficios del grupo".

El banco ha atribuido el resultado de este trimestre al dinamismo comercial y a la fortaleza de balance del banco, que alcanzó una rentabilidad sobre recursos propios o ROTE del 10,5 % al cierre de marzo, frente al 7,6 % del primer trimestre de 2022.