Próximamente comenzarán a llegar a España parte de los casi 140.000 millones de euros procedentes de los Fondos de Reestructuración Europeos, una cantidad nunca vista y que pretende ser el impulso para transformar la economía y volver a la senda de crecimiento previa a la pandemia. “El pasado martes 13, el Ecofin, que es el conjunto de ministros de Economía y Finanzas la Unión Europea, aprobó en el caso de España el primer paquete de 9.000 millones de euros, que está dentro de un monto total de subvenciones que España puede recibir en los próximos años de 70.000 millones de euros. Si todo va bien, durante el segundo semestre de este año se aprobará un paquete adicional de 10.000 millones de euros. Así progresivamente hasta completar estos casi 70.000 millones de euros”, detalla Juan Agut, director comercial Territorial Norte de Banco Sabadell. Para completar esa cantidad de 140.000 millones se sumará “una parte de créditos que son aproximadamente 70.000 millones de euros más”.

Tras arduas negociaciones entre los países de la Unión Europea se llegó a un acuerdo que provocó que “España sea uno de los países más beneficiados”. “Este importe supone el casi 13% del PIB español. Y si las cosas van bien, nos puede permitir doblar la capacidad de crecimiento de nuestro país en los próximos años. Y lo que es más importante, tratar de elevar nuestro PIB potencial”, asegura Agut.

La gestión de este montante económico requerirá, según Agut, de “una importante colaboración público-privada”. “El principal reto que tenemos es el de ejecución, el de ser capaces de llevar todo esto a la práctica”, afirma el director comercial Territorial Norte de Banco Sabadell, quien pone de relieve las características de estos fondos. “No están exentos de condicionalidad. Esto quiere decir que España va a tener que acometer reformas estructurales muy importantes: en el mercado laboral, las pensiones...”, precisa. Por otro lado, hace referencia al papel “protagonista de las pymes” para las que recomienda “hacer una reflexión y crear proyectos que transformen su modelo de negocio, su modelo productivo. Proyectos que se tendrán que apalancar en nuevas tecnologías, que sean capaces de generar empleo y que avancen en la senda de la transición ecológica, que va a ser fundamental en los próximos años”.

Y para todo este proceso de gestión de los fondos europeos Agut considera que las entidades financieras tendrán “un papel relevante”, sobre todo tras su actuación de los últimos meses. “Lo hemos demostrado en todo el proceso de distribución de financiación, avalada parcialmente por ICO. Y En concreto en el País Vasco, la financiación avalada por Elkargi. Creo que las entidades financieras hemos demostrado en un corto periodo de tiempo hemos sido ser capaces de proveer de toda la liquidez que las empresas vascas necesitaban”, explica el directivo.

Ese papel que han tenido desde que comenzó la pandemia les hace imprescindibles para este largo camino que serán los fondos europeos. Y hay varias razones para que la colaboración entre instituciones públicas y privadas sea vital: “Tenemos capacidad de distribución y tenemos capilaridad porque estamos muy cerca de las empresas y conocemos sus necesidades. Además, las entidades financieras tenemos que ser capaces de multiplicar esa financiación que van a recibir las empresas, aparte de las aportaciones de fondos propios que va a tener que realizar cada pyme en los proyectos que van a acometer”, afirma Agut. Esa cercanía con las empresas es la que marcará el camino para que estas puedan acceder a los fondos.

Ejes de actuación La percepción de las ayudas estará ligada a los proyectos transformadores que presenten las empresas. Así, está previsto que las propuestas que estén enfocadas hacia la transición ecológica reciban el 39% de la financiación que llegará de Europa. Proyectos ligados a la rehabilitación de viviendas, a la ampliación del parque de vehículos eléctricos, el fomento del turismo sostenible y de calidad o la transformación del sistema energético serán susceptibles de recibir fondos europeos.

La digitalización ha dado un acelerón importante en los últimos meses y ese camino de transición digital también está incluido en el paquete de ayudas para el que se ha calculado el 29% del montante económico. El despliegue del 5G, la implantación de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o el fomento de las competencias digitales de la población serán proyectos que tienen cabida en esta partida.

Los proyectos que se destinen a la cohesión social y territorial (rehabilitación de infraestructuras, refuerzo de la sanidad, la educación pública o las políticas activas de empleo) así como los dirigidos al impulso a la igualdad de género tendrán la opción de disponer de financiación europea.