Queda mucho tiempo para poder hablar de una recuperación, pero la tormenta parece amainar, lo que no es poco después de la que ha caído los últimos meses. Las exportaciones de las empresas vascas cayeron en junio un 14,4%, un descenso pronunciado que activaría todas las alarmas si no fuera por los precedentes de los tres meses anteriores, los que pasarán a la historia por el Gran Confinamiento.Las ventas exteriores de la CAV retrocedieron casi un 22% en marzo, un 53,2% en abril y un 36% en mayo. La curva se corrige, según los datos facilitados ayer por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat, aunque no se esperan grandes alegrías de aquí a final de año. Al otro lado de la balanza comercial, las importaciones mantienen la tendencia con un descenso cercano al 25%, un nivel que se ha instalado a partir del -19,5% de abril. Las ventas exteriores de las empresas vascas se han resentido, pero también lo han hecho las compras debido a que sus necesidades de producción son menores y también a causa del cierre temporal de numerosas fábricas.

El saldo comercial con todo sigue siendo positivo, con un superávit de 2.227 millones de euros en los seis primeros meses del año. Es una cifra consecuencia de unas exportaciones semestrales de 10.061 millones y unas importaciones de 7.834 millones. Por el estrecho camino en el que transita la economía a causa del covid-19, las empresas vascas han vendido en mercados exteriores casi 3.000 millones de euros menos entre enero y junio, un 23% menos.

Contexto económico

Cabe sin embargo contextualizar esa caída, que se produce una situación de colapso económico a nivel mundial, y que además está condicionada porque se calcula en comparación con los datos del año pasado, en el que estuvo cerca de batirse por tercer año consecutivo el récord de exportaciones vascas.

Se ha pasado de la noche a la mañana de una fase de expansión -con síntomas eso sí de ralentización- a una crisis con un horizonte todavía incierto. De ahí, que el frenazo de la caída de las ventas suponga todo un alivio en un contexto en el que organismos como el Banco Central Europeo señalan que, a falta de conocer su intensidad, ya se ha iniciado el rebote de la economía y que el tercer trimestre será menos negativo que los anteriores.

A esa incipiente reactivación hay que sumar la entrega de pedidos que habían quedado pendientes por el parón de las empresas o por las restricciones en el tráfico de mercancías. Por ello, habrá que esperar la evolución de los próximos meses para valorar la magnitud del cambio de tendencia.

Volviendo a los datos hechos públicos ayer por Eustat y que coinciden en su publicación con los del Ministerio español de Comercio, Bizkaia es el territorio histórico de la CAV que mejor está aguantando el golpe, con una caída semestral del 20,5%, frente al 22,1% de Araba y el 26,2% de Gipuzkoa. De hecho, la empresas vizcainas son las que más han corregido la tendencia de los meses anteriores, con un descenso de solo el 6,3% en junio, que contrasta con el -28% guipuzcoano.

El frenazo casi total de la actividad comercial en el sector ferroviario y el protagonismo de CAF en la economía de Gipuzkoa penaliza su resultado final. En el caso de Bizkaia ocurre casi lo contrario, dejando al margen al que es su gran pulmón exportador, Petronor, las ventas no energéticas crecen un 3,4% hasta junio. Detrás de esa evolución positiva está el repunte de uno de los sectores más importantes del tejido productivo vizcaino, el de los fabricantes de componentes eléctricos, y, sobre todo, el incremento de ventas del segmento de productos de caucho (en Bizkaia, básicamente Bridgestone), que avanza más de un 33% en el conjunto de Euskadi.

La automoción pasa factura en Araba por la menor producción de Mercedes Benz y también lo hace en Bizkaia en el ámbito de los componentes de coche. La siderurgia sigue lastrando al conjunto de las exportaciones vascas. La economía alavesa también nota el frenazo de la actividad del segmento de tubos de acero sin soldadura -Tubacex y Tubos Reunidos-, que exportó en junio de este año menos de la mitad que doce meses antes debido también a la caída de las inversiones en el sector del petróleo.

En el Estado, en el primer semestre las ventas de mercancías al exterior bajaron un 15,8% con respecto al mismo periodo de 2019, con una caída generalizada en todos los sectores salvo en la alimentación, bebidas y tabaco, que creció un 6%. También se observa una atenuación del descenso de las exportaciones en junio, del 9,2 %, muy inferior a los de abril (39,3 %) y mayo (34,4 %).

exportaciones vascas

10.061 millones de euros sumaron las ventas de las empresas vascas en los seis primeros meses del año. La caída acumulada es del 22,9%, pero si se compara junio de este año con junio de

2019 el descenso ronda el 14%, muy lejos del desplome de más del 53% registrado en abril

El dato de bizkaia

3.893 millones de euros, más de un tercio de las exportaciones vascas en el primer semestre, proceden del comercio exterior vizcaino. Descontado el efecto de Petronor, penalizado por los problemas del sector del petróleo, las ventas de los productos no energéticos han crecido un 3,4% en los seis primeros meses del año gracias a sector eléctrico y del caucho.