BILBAO - La industria vasca continúa creciendo pese a la desaceleración de la economía y la incertidumbre que genera la guerra comercial. Lo hace además a mayor ritmo que el conjunto del Estado y, de hecho, está a la cabeza de las comunidades con mayor perfil manufacturero. El Índice de Producción Industrial de Euskadi experimentó en octubre un aumento del 5,1% respecto al mismo mes de 2018, muy por encima de la media del Estado que fue del 1,1%.

Una vez contabilizado el dato de ese mes, hecho público ayer por el Instituto Nacional de Estadística, el crecimiento medio en lo que va de año del IPI vasco es del 2,1%, justo el triple que el 0,7% que se contabiliza en el conjunto de España.

Entre las grandes comunidades industriales, solo la actividad de las fábricas de Madrid ha crecido más que las de Euskadi en lo que va de año, en concreto dos décimas más. Sin embargo, el IPI madrileño está frenándose desde agosto y en octubre retrocedió más de tres puntos en términos interanuales. Ocurre lo contrario en el caso del vasco, que ha registrado sus mejores cifras en septiembre y octubre y va de menos a más en el balance del año.

El dato del INE (2,1%) es incluso más positivo que el que calcula Eustat (0,8%) para el mismo periodo. Es habitual que el IPI de ambos institutos de estadística no coincida y se considera que Eustat afina más el tiro porque se centra solo en Euskadi y realiza más encuestas que el INE. Con todo ambos reflejan una tendencia, la industria vasca aunque con menor intensidad que en años anteriores sigue creciendo y lo hace además prolongando un periodo con viento favorable que se inició en mayo de 2014.

Tras casi cinco años y medio de crecimiento, el sector manufacturero vasco ha logrado en general cerrar las heridas de la crisis y puede afrontar el periodo de ralentización actual con garantías. La evolución de los próximos meses dependerá mucho de la marcha de los principales socios de las empresas vascas. Y en ese ámbito la gran duda sigue siendo Alemania, el segundo destino de las exportaciones de Euskadi, que ayer envió otra señal de debilidad.

Los nuevos pedidos manufactureros de las fábricas alemanas registraron el pasado mes de octubre un descenso del 0,4% en comparación con el mes de septiembre, cuando habían aumentado un 1,5%, según los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

En comparación con el mismo mes de 2018, los nuevos pedidos de la industria experimentaron un retroceso del 5,5%, después de la caída interanual del 5% registrada en septiembre. Aunque los pedidos domésticos entre empresas alemanas registraron en octubre un descenso mensual del 3,2%, los encargos procedentes del exterior aumentaron un 1,5%. Y en el caso de la zona euro, los nuevos pedidos aumentaron un 11,1%, mientras que los contratos de otros países disminuyeron un 4,1%.

Se percibe cierto dinamismo en el área de la moneda única europea y al tratarse de una estadística referida a las carteras de pedidos que se ejecutan en meses posteriores, lo más probable es que las fábricas vascas que nutren a las alemanas y a otras europeas, con Francia a la cabeza, noten en breve ese repunte.

De vuelta al Índice de Producción Industrial, la energía es el segmento más activo en Euskadi y acumula un crecimiento del 20,4% en lo que va de año. En el extremo opuesto, los bienes de consumo duradero, registran una caída del 4,0%, mientras que los bienes intermedios que utilizan otras empresas para su producción baja un 2%. En ambos casos, se percibe una recuperación los últimos meses. Destaca a su vez que los bienes de equipo, básicamente la maquinaria, repuntara un 2,1% en octubre tras encadenar dos meses de retrocesos y arrastrar una evolución con altibajos desde abril. En el acumulado del año, los bienes de equipo crecen un 1,7%.

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