bilbao - Este conocido profesional, que ha forjado su carrera en marcas tan diversas como Opel, Land Rover y Jaguar, se incorpora al nuevo proyecto de la firma francesa de los galones que afronta el grupo empresarial Easo.

¿Cuáles son sus expectativas personales y profesionales en la etapa que comienza?

-Es evidente: crecer personal y profesionalmente. El grupo Easo, hasta ahora presente aquí a través de CarBizkaia, ha entrado con Citroën y me he sumado al proyecto desempeñando la labor de jefe de ventas de la marca. La idea es aumentar volumen y puntos de venta. Vamos a empezar cambiando la imagen de marca por competo. Para ello afrontamos una obra ambiciosa que, en dos o tres meses va a remodelar por completo nuestras instalaciones. El objetivo es crecer y devolver a Citroën a la posición que le corresponde. La meta es superar ese 7% de penetración que llegó a tener en Bizkaia, y en ese camino estamos. Para ello estamos incorporando al equipo cualificados profesionales, expertos en turismos, en vehículos industriales y en venta a empresas, que es el fuerte de la marca.

Llega a Citroën tras un periplo por marcas Premium. ¿Cómo afronta el cambio a un firma generalista de gran volumen que ahora vuelve por su fueros renovando y ampliando su catálogo?

-Es una nueva ilusión. Comencé hace quince años en Opel. Luego, en Land Rover viví todo el proceso de desarrollo de nuevos lanzamientos. Citroën representa un nuevo reto, el de una marca que empieza a despuntar otra vez. Es volver a comenzar desde la base, trabajando para posicionar la marca donde se merece.

Al joven C3 Aircross se va a unir en breve el nuevo C4 Cactus y más adelante el C5 Aircross. Su marca parece compensar el declive del monovolumen, donde el Picasso es un referente, con estrenos de inspiración SUV.

-Las novedades de este año son el nuevo Berlingo y el C4 Cactus, que es la fusión en un modelo único del C4 y del Cactus. Sale al mercado en marzo, aunque ya aceptamos pedidos desde ahora. La combinación posiciona muy bien el producto, mejorando a cualquiera de los dos anteriores. Es un modelo más innovador y más amplio, que está en la misma línea de precios que sus competidores. Parte desde dieciséis mil euros. El C5 Aircross, que no llegará hasta enero de 2019, es un auténtico SUV, un producto que no tenemos y que echamos en falta. Aunque el Picasso se sigue vendiendo bien, los monovolumen han dejado paso a los SUV, que tienen cuerda para rato.

Otro segmento comercial esencial para su nueva marca es el de los vehículos profesionales. Las constantes vitales señalan un repunte en sus ventas, síntoma de recuperación económica. ¿Lo percibe así?

-Llevo poco tiempo en la marca para poder valorarlo con cierta solidez, pero desde agosto la demanda ha aumentado, incluyendo los pedidos de grandes empresas; también los de transportistas y autónomos. Pero lo bueno es que estamos trabajando con pedidos de empresas potentes con flotas. Desde final de año se percibe un repunte en esta demanda que afecta a todos nuestros modelos. Ahora estamos introduciendo en la gama el Berlingo eléctrico, trabajando con empresas e instituciones a las que cedemos nuestra unidad de pruebas para que quiten el miedo y vean su potencial.