parís - En 71 años de vida, el tímido y provocador Yves Saint-Laurent tuvo tiempo de convertirse en un icono de la Alta Costura y revolucionar los armarios de millones de mujeres con un estilo inconfundible que, diez años después de su muerte, no ha pasado de moda. “Maestro”, “genio”, “revolucionario”, “inolvidable”: los elogios de personalidades del mundo de la moda desfilaron durante días por la prensa tras conocerse la muerte del diseñador, el 1 de junio de 2008, que todavía “continúa influyendo en la moda”, aseguró su biógrafa oficial, Laurence Benaïm.
Benaïm insistió en que el modisto hizo “evolucionar” los guardarropas con un estilo “atemporal” que es, ante todo, “una manera de ver el mundo” y de “celebrar la belleza”. A los 18 años empezó a trabajar como asistente de Christian Dior y, tras la muerte repentina de éste, se convirtió en el diseñador de la firma con 21 años. Despedido de la maison y aquejado de depresión, Saint-Laurent se decidió a crear una firma con su nombre en 1961, de la mano de su inseparable Pierre Bergé (1930-2017), su amigo y compañero sentimental, que le acompañó durante 50 años. El diseñador vistió a las mujeres con esmóquines, transparencias, pantalones de talle alto o su mítica chaqueta sahariana, retomada de la vestimenta colonial de los militares británicos a principios del siglo XX. Los expertos aseguran que dio “el poder” a las mujeres después de que Coco Chanel (1883-1971) les diese “la libertad”. Quería “vestir a todas las mujeres, no solamente a las ricas clientas de Alta Costura”, subrayaron en un comunicado los responsables del Museo Yves Saint-Laurent de París. Por eso fue el primero en crear una tienda de prêt-à-porter, lo que abrió “el camino a lo que se ha convertido en la moda de hoy”. “Lo único que lamento es no haber inventado el pantalón vaquero”, declaró en una ocasión. - Rosalía Macías