Es una de las principales demandas realizadas desde el Ayuntamiento de Bermeo a la Dirección de Puertos del Gobierno vasco. Y todo indicaba que iba la renovación del pavimento del muelle de Portuzarra iba a realizarse en breve. Si bien los trabajos no peligran, lo cierto es que se retrasan “a después del verano”. Así lo reconoció el alcalde de la villa marinera, Aritz Abaroa, en el transcurso del pleno municipal celebrado esta semana.“Somos conscientes de los problemas que presenta el pavimento del muele”, reconoció Abaroa. Y que es necesario actuar por los problemas que genera, remarcó a continuación. “Pero hemos solicitado a los responsables del Gobierno vasco que acometan las obras tras el verano”, indicó el primer edil bermeano. No en vano, la zona del puerto viejo es muy utilizada por los vecinos y los visitantes de la villa. Además, el espacio cuenta con varios negocios hosteleros y da acceso a las lonjas de Frantxua y es uno de los puntos del puerto más utilizados -tanto por los paseantes como por los vehículos- durante los meses estivales. “Estos meses no son el mejor momento para levantar el pavimento de la zona y arrancar con las obras”, profundizó Abaroa, quién aseguró haber realizado la petición y haber recibido el visto bueno de la Dirección de Puertos.

Según los estudios realizados, las obras de emergencia realizadas en el rompeolas tras los destrozos de los años 2008 y 2014 han generado la actual situación del muelle. En conjunto, todos los trabajos tendrán un coste de 569.000 euros y un plazo de ejecución de tres meses. En un principio, las obras a realizar consisten en dar la solución técnica más duradera posible a Portuzarra. Así, se prevé realizar el levantamiento de la dársena, “principalmente a lo largo del trazado de la calzada y un metro más en cada margen”. Asimismo, se espera recuperar los adoquines para su aprovechamiento posterior. De la misma forma, “en Frantxua se demolerá la solera existente y se regularizará el terreno actual con zahorra artificial, para posteriormente ejecutar una losa de 650 metros cuadrados y en la entrada del puerto, desde la parte inferior del puente de Arostegi kalea hasta la entrada, se retirará el pavimento mediante fresado y se volverá a asfaltar, en aproximadamente 80 metros cuadrados. “Se confeccionará una calzada de unos cinco metros de anchura de asfalto impreso, en su mayor parte manteniendo el adoquín en el resto del puerto”, ahondan los pliegos ya hechos públicos. Por último, se reorganizarán las zonas de recogida de residuos y el mobiliario urbano, instalando aparca-bicicletas.