Vecinos y asociaciones de Gorliz han convocado una manifestación en protesta por el "vandalismo" que "está sufriendo día tras día" el municipio. El comportamiento incívico de numerosos jóvenes es la causa que motiva esta movilización que tomará forma mañana a las 20.00 horas en el chiringuito Walitxo, que precisamente, también padece las consecuencias de estas actitudes, ya que ha sido objeto de robos, pintadas y destrozos, como el del pasado fin de semana en la zona del food truck.

"Rompieron una ventana, entraron y destrozaron la alarma, cables... Tuvimos que cerrar y anular todas las reservas, que teníamos completo a mediodía y a la noche, porque no podían venir a restablecernos la luz y no podíamos comprar cosas", lamentan desde el propio local hostelero.

Parte de la ciudadanía gorliztarra y también de Plentzia está cansada con los botellones que tienen lugar en el pinar de Gorliz y en la playa plentziarra. Peleas, suciedad y destrozos a distinto tipo de mobiliario provocan el malestar entre estos vecinos.

Los últimos daños que ha sufrido el chiringuito de Gorliz han supuesto "la gota que colma el vaso" y, por eso, se ha organizado un acto de protesta mañana por la tarde. "Hemos vuelto a amanecer en el chiringuito de Gorliz con las consecuencias del vandalismo que estamos sufriendo día tras día sin ninguna solución por parte de nuestras autoridades.

Nadie se opone a que la juventud se divierta, pero como todos y en todos los ámbitos de la vida, con unos límites, obligaciones y respeto a los demás y a lo que nos rodea", recoge el texto de la convocatoria de la manifestación. "Acudid, padres, abuelos y jóvenes que queréis un pueblo sin vandalismo, ni botellones. No podemos esperar a que haya una desgracia", añade este escrito que circula por las redes sociales.

El chiringuito Walitxo, que aterrizó este verano en el arenal gorliztarra, está viviendo en primera persona lo que deparan los botellones irresponsables. "Todos los fines de semana nos encontramos con algo, ya no solo con que tengamos que hacer una limpieza extra, sino con que sufrimos daños en nuestras instalaciones", aseguran desde el negocio.

En estas semanas estivales, han padecido el robo de mesas y sillas, han tenido pintadas y, lo último, ha sido la entrada por la fuerza en el interior del food truck, con roturas que provocaron el cierre del chiringuito. "No solo son daños materiales, hay más consecuencias", destacan. "Las vallas propias puestas por el Ayuntamiento también están rotas", añaden.