Los bilbainos no van a pagar más por sus impuestos en 2021. La decisión aprobada en el pleno celebrado ayer pretende combinar la necesidad de ser coherente con la crisis sanitaria que afecta a la ciudadanía con el compromiso de no recortar los servicios de los que disfruta ahora la población.

En su intervención, la portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, pidió que se facilite el pago a aquellas personas que se encuentran en una situación más vulnerable. La portavoz del PP, Raquel González, criticó el modelo de tasas e impuestos del gobierno municipal y abogó por una reducción, defendiendo que la congelación es falsa con un IPC negativo acumulado de 1,6. Y, para el concejal de Elkarrekin Podemos, Xabier Jiménez, se deben eliminar bonificaciones como las que se conceden a los centros educativos privados, lo mismo que las que benefician a la Iglesia o las grandes empresas. Ajuria aportó datos que demuestran que pese a la crisis económica, la recaudación se está comportando de manera similar. No obstante, se comprometió a estudiar la situación si detectan que se produce un cambio de tendencia.

La decisión de mantener en 2021 los mismos impuestos y tasas municipales que el presente ejercicio, así como los beneficios fiscales y las facilidades de pago ya existentes, se adoptó en agosto cuando la crisis sanitaria ya evidenció la negativa evolución económica derivada de la pandemia sin visos de que a corto plazo mejore.

Ayer, en el pleno ordinario la concejala de Hacienda destacó que en la actual situación el equipo de gobierno ha querido no aplicar más carga fiscal a los contribuyentes y señaló que la congelación de impuestos y tasas permitirá “mantener la capacidad recaudatoria del Ayuntamiento, así como los servicios públicos, y atender las necesidades de los más vulnerables”.

Con los votos a favor de los grupos del gobierno municipal y en contra de los ediles de la oposición (EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP), el pleno aprobó una modificación de las ordenanzas fiscales -para adecuarlas al reglamento de recaudación de la Diputación de Bizkaia- y en una próxima sesión deberá ratificar la decisión de congelar los impuestos y tasas municipales para el próximo año. Frente a las críticas de la oposición, que exige un modelo fiscal más progresivo, Marta Ajuria defendió que la fiscalidad en Bilbao refleja una “progresividad con mayúscula” debido a factores como los valores catastrales o la categoría de las calles, lo que hace que un vecino de Abando pague por el IBI 1.153 euros al año, mientras que uno del Peñascal abone 123 euros, puso como ejemplo.

RECAUDACIÓN

La responsable municipal de Hacienda puso de relieve también que las devoluciones del pago a la carta y de domiciliaciones, indicadores que pueden apuntar a la dificultad de los contribuyentes para hacer frente a sus obligaciones fiscales, no están siendo mayores en 2020 que años precedentes, sino incluso menores en algunos casos, por lo que el gobierno municipal no ve la necesidad de hacer cambios en cuanto a dar más facilidades de pago.

El debate sobre la fiscalidad se abordó en otra proposición de EH Bildu en el que la portavoz, Jone Goirizelaia, criticó que el gobierno municipal “ha impedido acordar una fiscalidad justa y progresiva en Bilbao, en un momento en el que la situación de pandemia ha puesto de manifiesto que hace falta un cambio de modelo, también en fiscalidad”.

EH Bildu presentó una moción al respecto ya que, al prorrogar el gobierno municipal las ordenanzas fiscales del pasado año, dijo Goirizelaia, “se nos ha hurtado el debate y las posibilidad de presentar enmiendas a unas ordenanzas continuistas que, ni beneficiaban antes, ni beneficiarán ahora, a los y las bilbainas con menos recursos”.

“Hemos presentado una alternativa pero no ha salido adelante por la oposición del gobierno municipal. Una mala noticia ya que, con las ordenanzas actuales se traslada la carga fiscal al conjunto de los bilbainas, premiando la actividad de constructoras, grandes intereses empresariales y la Iglesia católica, además en una situación peor que la del pasado año, en la que las necesidades de los bilbotarras son mayores”.