Aunque la situación se ha tranquilizado en las últimas semanas, los vecinos de Usansolo están preocupados tras los casos de robos o intentos de hurtos ocurridos en domicilios particulares en torno a la pasada Semana Santa y la semana de Pascua. Entre una población que no llega a los 4.500 habitantes y que hace mucha vida social en este núcleo urbano situado a unos 4 kilómetros de distancia del centro de Galdakao, la noticia de los robos en varias viviendas ha corrido como la pólvora y el temor a los estragos que puedan causar los amigos de lo ajeno está haciendo a algunas personas valorar e, incluso, llevar a cabo el cambio o refuerzo de las cerraduras de sus casas para ganar en seguridad. Y es que, existen sospechas de que, antes de ejecutar los robos en los hogares, hay un paso previo de los ladrones de inspección del terreno, es decir, "escuchas a través de las puertas, comprobación de tipos de cerrojos o marcado de buzones" de las viviendas a las que pueden entrar, aseguran.

A tenor de lo relatado por una de las familias afectadas por un robo en su casa, los ladrones andan con tiento a la hora de ejecutar su objetivo. Al llegar a casa, los vecinos damnificados se han encontrado con la puerta cerrada pero sin llave, un hecho que en un primer momento no hace sospechar de que han recibido la indeseada visita. Una vez dentro de la vivienda, tampoco observan signos de desorden. A pesar de que algunos objetos no se encuentran en su debido lugar, todo parece producto de un "descuido o despiste". El vorágine del día a día, las prisas, preocupaciones que impiden mantener la mente atenta. Hasta que en un momento dado, se echa en falta algo de valor y, al revisar mejor el domicilio, aumenta el listado de pequeños artículos, como joyas, dinero e incluso alimentos, que han desaparecido. Es entonces cuando la sospecha de haber sido víctima de un robo surge como un jarro de agua fría y, con ella, la sensación de inseguridad, angustia y preocupación.

Fuentes del Ayuntamiento de Galdakao han confirmado la existencia de tres partes relacionados con este tipo de incidencias (tramitados por la Ertzaintza o por la Policía Municipal) desde el mes de abril, aunque en las últimas semanas no se han contabilizado más casos. Parece, por tanto, que se trata del paso de un grupo organizado que, tras elegir varios domicilios de Usansolo, ha cambiado de zona para llevar a cabo sus fechorías. Fuentes policiales consultadas, no obstante, recomiendan seguir las instrucciones de seguridad que desde diferentes entidades públicas y organismos se recuerdan a la población.