Getxo ya tiene su futuro urbanístico en la mano. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) fue aprobado ayer de manera provisional en un pleno extraordinario. El visto bueno definitivo llegará más adelante tras los últimos pasos administrativos, que se conciben como un trámite en este dilatadísimo proceso. Así, tal y como recoge el documento, se construirán 4.471 viviendas, de las que 3.044 serán protegidas –dos de cada tres–; habrá dos millones de metros cuadrados de suelo en Azkorri intocables y otros 191.600 con nuevos parques, equipamientos y servicios de proximidad en todo el municipio. “Es un plan que evita la especulación y tiene la cuádruple perspectiva: física, social, económica y medioambiental”, defendieron desde el PNV.

En este sentido, según el equipo de gobierno, se ha previsto un “mecanismo de control” de la ejecución de los sectores urbanizables, “para que su transformación únicamente suceda si se justifica una verdadera demanda que garantice el derecho de acceso a la vivienda, y si se mejoran los espacios públicos”. En principio, el desarrollo urbanístico planteado se centra en la zona más próxima a Ibarbengoa, Muru y La Galea, que tendrán más pisos, parques y equipamientos. En el resto de barrios se contemplan actuaciones puntuales, la gran mayoría residenciales, que desembocarán en unos 200 alojamientos más. También se proyectan viviendas en otros puntos, como unas de carácter libre en el patio del batzoki de Algorta, una parte de Getxo en la que también se habilitará otro parking subterráneo.

Este proyecto salió adelante ayer con los votos favorables del PP, unidos a los del PNV y el PSE después de que los regidores locales admitieran alrededor de cincuenta alegaciones de los populares. “Detrás de este plan hay mucho trabajo de partido, con la ciudadanía y con los miembros del gobierno, que han aceptado propuestas como no expropiar el terreno a los Padres Trinitarios y conservar estas propiedades, manteniéndose además la Fundación Argia”, argumentó el portavoz del PP, Eduardo Andrade. Asimismo, “el nuevo PGOU facilitará la división de viviendas; en el barrio de Salsidu se logra asegurar las 108 viviendas que se tenía previsto derribar, mientras que en Salsidualde, llegando a un acuerdo con vecinos de la zona, se construirán viviendas de menor altura. Y en Martiturri se respetan viviendas”, prosiguió Andrade.

EH Bildu y Elkarrekin Podemos rechazan esta configuración del municipio y por eso votaron en contra. “Este plan favorece varios pelotazos urbanísticos, construye viviendas de lujo en los centros urbanos, aleja las viviendas sociales de los principales servicios, derribará varios caseríos y edificios históricos; no toma medidas para hacer frente a la emergencia climática y no define medidas para acabar con el modelo de pueblo dormitorio”, sostuvieron desde la coalición independentista. Elkarrekin Podemos calificó el PGOU de “nuevo error histórico” y también habló de “pelotazo urbanístico”, como el de “las viviendas libres en los terrenos de Telefónica de Ibaigane y Basagoiti”. La agrupación también lamentó que se propone “urbanizar el 6,5% de Getxo, algo poco sostenible”.

Por su parte, la alcaldesa getxoztarra, Amaia Aguirre, enfatizó el hecho de haber “dado un paso importante en el diseño del presente y del futuro de Getxo con un amplio consenso”.