Un verano más, las y los txikis saharauis participantes en el programa Oporrak Bakean disfrutan de sus primeros días en Durangaldea y durante la jornada de ayer representantes del Ayuntamiento de Durango compartieron unos minutos con ellos, en una recepción que tuvo lugar en la casa consistorial. Este año más de 36 niñas y niños con edades comprendidas entre los 6 y 12 años tendrán la oportunidad de vivir durante dos meses alejados de las duras condiciones en las que viven en los campos de refugiados de Tinduf, lo que les permitirá, a su vez, conocer otra cultura, recibir asistencia médica y una alimentación adecuada y, sobre todo, jugar a ser niños.

“Van a hacer cosas que no han hecho nunca: ir a la playa, a las piscinas, montar en barco o a caballo, visitar una granja escuela, parques de aventura y participar en talleres. Disfrutarán muchísimo y nosotros con ellos”, enumeró Mikel del Arco, responsable de la asociación Rio de Oro Durangaldea.

Y es que, gracias a este programa y a la solidaridad de familias, instituciones y asociaciones como Río de Oro, Hamako Izarrak y Lajwad Elkartea, seis niños y niñas saharauis disfrutarán de unas vacaciones en domicilios de familias de acogida en Durango y cuatro más en otros municipios de la comarca. Por otro lado, 10 menores con discapacidad convivirán en el campamento de acogida de Izurtza; 16 estarán en Zaldibar con Hamadako Izarrak y a todos ellos hay que sumar los menores que han recalado en Elorrio gracias a la labor de Lajwad. “Son menores que llevan toda su vida viviendo en un campo de refugiados por un conflicto político totalmente enquistado desde hace más de 40 años y la única solución gira en torno a la política”, remarcó Mikel del Arco.

Durante el recibimiento que hicieron distintos representantes de la administración local, la alcaldesa Mireia Elkoroiribe quiso agradecer la labor de las distintas asociaciones que dedican su tiempo y esfuerzo para ayudar al pueblo saharaui y deseó a todos los participantes en el programa la mejor de las estancias. “Es una verdadera alegría que estéis aquí. Esperamos que podáis disfrutar muchísimo de esta experiencia, en un entorno de seguridad, de cariño y de paz. Confiamos en que os pueda servir para que salgáis fortalecidos de alguna manera”, subrayó Elkoroiribe.

Lo harán hasta el 29 de agosto, momento en el que tendrán que regresar a Tinduf, y sin olvidar que “llevamos a cabo estos programas sabiendo que ojalá no hicieran falta porque eso significaría que todos estos menores tendrían esos derechos y que el conflicto en el Sáhara Occidental habría quedado resuelto de una manera justa”.