Algo sorprendente en cualquier obra pública que se precie. Sobre todo si la misma es de gran envergadura, convive con un intenso tráfico rodado a diario y además se encuentra encardinada en un casco urbano con muchas afecciones para los vecinos y visitantes.
Los trabajos del soterramiento de La Avanzada a su paso por el centro de Leioa se van a adelantar en su finalización más de un año, según aseguraron ayer fuentes del departamento de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación de Bizkaia.
Después de iniciarse los trabajos oficialmente en abril del pasado año con la previsión de finalizarlos en agosto de 2026, el buen desarrollo de las obras van a permitir a la contrata entregar los trabajos para el verano del próximo año.
Según indicaron fuentes del departamento que dirige Carlos Alzaga tras sustituir a su predecesor, el actual lehendakari, Imanol Pradales, “dado el estado actual de los trabajos y de acuerdo con la planificación prevista, el cubrimiento estará listo a lo largo del verano de 2025”.
Como se recordará la Diputación, en colaboración con el Ayuntamiento de Leioa, acordaron este proyecto para acometer el cubrimiento total de La Avanzada que transformará la actual trinchera a cachos por la que transitan miles de vehículos en un nuevo núcleo urbano con 4.500 metros cuadrados de superficie para uso peatonal y zonas verdes. Cuando concluyan se habrá generado un bulevar continuado de 620 metros de longitud por encima de la traza de la carretera que quedará totalmente oculta. Todo ello con una inversión inicial prevista de 65,2 millones de euros.
Tanto vecinos de Leioa como los habituales conductores que a diario circulan por la atestada carretera BI-637 han podido comprobar con el paso de los meses como los trabajos avanzaban a buen ritmo.
Sobre todo en los tajos que se están realizando en los aledaños del tronco principal soterrado a tramos y que compone La Avanzada a su paso por el centro de la localidad. Han observado como se generaban unas nuevas galerías de evacuación así como la infraestructura necesaria para el equipamiento del túnel. También han visto surgir varios pequeños edificios para albergar los locales técnicos junto a las entradas del túnel y las canalizaciones exteriores e interiores de la futura galería.
En paralelo, durante estos meses pasados se ha ido levantando los muros pantalla de hormigón que son la base donde se apoyan las grandes vigas que sostendrán la tapa y el bulevar referido. La colocación de estas grandes piezas transversales es uno de los momentos críticos del proceso de las obras y comenzó a principios de semana con gran éxito a tenor de los 14 travesaños también construidos con hormigón armado en fábrica que ya han sido colocados en el tramo central. De ello se ha encargado una gran grúa que ha ido cogiendo una a una estas piezas de aproximadamente 20 metros de longitud con forma de doble ‘T’.
La facilidad con la que se ha ido realizando esta compleja maniobra continuada permitió ayer a fuentes de la Diputación avanzar que a lo largo de lo que resta de este mes y del próximo agosto “se cubrirán completamente las nuevas zonas transitables, de manera que a partir de septiembre podrá comenzar su urbanización”.
El calendario de las empresas contratadas por la Diputación para acometer este proyecto prevé que durante el mes de octubre, se llevarán a cabo los trabajos en las bocas del túnel. Los mismos consistirán en la colocación de las celosías metálicas que constituirán los nuevos emboquilles.
Fuentes forales destacaron que no solo se va a acometer la obra de infraestructura viaria sin más. Se ha pensado en un “innovador diseño permite la implantación de una instalación fotovoltaica que abaratará los costes de consumo eléctrico durante la vida útil de la infraestructura”. Es decir, que la Diputación se ahorrará unos cuantos miles de euros anuales en el consumo de energía que permita iluminar el largo túnel y todas las necesidades de seguridad de la galería.
130 kilómetros de cableado
Para ello será necesario utilizar una gran cantidad de conducciones de todo tipo. Desde el departamento de Infraestructuras indicaron que se van a tender un total de 130 kilómetros de cableado para el control y alimentación del equipamiento a instalar. De esta espectacular cifra, el equivalente a la distancia que separa por carretera Orduña de la localidad cántabra de Noja, medio centenar de kilómetros corresponden a cables eléctricos, otros tantos a comunicaciones y 30 a fibra óptica.
Con todas las tripas del proyecto acometidas quedará asumir el resto del proyecto que va a quedar a la vista y del que van a disfrutar los vecinos de Leioa una vez concluyan los trabajos adelantados en verano del año próximo. Y se lo merecen después de más de cuatro décadas aguantando la contaminación acústica y atmosférica que genera el intenso tráfico rodado y que se eleva por los tramos sin cubrir de La Avanzada.
La superficie nueva generará una extensión aproximada de 10.000 metros cuadrados que se integran en la trama urbana ya existente. De esto modo, se elimina la trinchera que divide actualmente el municipio de Leioa y minimizará notablemente el ruido del tráfico referido. A ello ayudará la colocación prevista de 1.505 metros de pantallas absorbentes de sonido.