La Diputación vacunará a toda la cabaña bobina y ovina del territorio tras detectarse un brote de lengua azul en Gipuzkoa. Aunque el protocolo establece tomar medidas únicamente en un radio de 50 kilómetros alrededor del foco, el departamento de Sostenibilidad y Medio Natural ha decidido asumir el coste de generalizar la profilaxis para paliar los perjuicios a un sector que ya está viéndose afectado por la crisis económica derivada del coronavirus.

Desde la Diputación se ha hecho hincapié en que se trata de una enfermedad no contagiosa -se transmite a través de la picadura de ciertas especies de mosquito- que solo afecta a los rumiantes, por lo que no supone un problema de salud pública para los seres humanos ni afecta a la calidad de los productos derivados de la cadena alimenticia.

El brote se ha localizado en la localidad guipuzcoana de Aiala y, en principio, el protocolo establece que únicamente se debe vacunar el ganado que se encuentre en un radio de 50 kilómetros a la redonda. En el caso de Bizkaia, ello incluye los 53 municipios atendidos por las Oficinas Comarcales Agrarias de Gernika, Markina, Durango e Igorre, entre ellos Amorebieta-Etxano, Bermeo, Elorrio, Ermua, Lekeitio, Ondarroa o Zeanuri.

Sin embargo, y a la vista de la delicada situación en la que se encuentra el sector como consecuencia de la crisis del covid-19, la Diputación ha tomado la decisión de implantar la vacunación obligatoria de toda la cabaña bovina y ovina del territorio, con el objetivo de garantizar su salud y tratar de evitar posibles perjuicios. La institución foral asumirá el coste de vacunar las 47.000 cabezas de ganado bovino y las 56.300 de ovino de Bizkaia.

La vacunación dará comienzo en el área comprendida dentro del cordón sanitario y, desde ahí, se irá vacunando al resto de la cabaña.