Basauri - Con Antxon Montero como presidente, el vicepresidente José Miguel Mera, el secretario Ramón Herrería, el tesorero Tino Angulo, y los vocales Juan Carlos Txirapozu, Kepa Basoa, Jon Lejarzegi, Iñaki Crespo, Juan Carlos Heras y Ramón Herrería (ya fallecido) se formó la primera junta directiva de Herriko Taldeak -la coordinadora de cuadrillas de Basauri- una vez legalizada la asociación. Corría el año 1978, aunque hacía ya diez años que el modelo festivo de los Sanfaustos basauritarras había echado a andar. Precisamente, las personas que formaron parte de aquella junta han sido las encargadas de leer el pregón a las fiestas de este año, que tocan mañana a su fin.

A modo de homenaje, Herriko Taldeak se acordó de Montero, Mera y el resto de compañeros y les ofreció el honor de dar inicio a los Sanfaustos. Para ellos están siendo unas fiestas especiales y pocos son los días que no han salido a tomar un pote y recordar aquellos primeros pasos como asociación legalizada. Y es que hasta entonces muchos fueron los reveses y dificultades las que se encontraron los pregoneros de este año y el resto de personas que comenzaron esta bonita historia, muy viva a día de hoy.

En 1977 se solicitó “nuevamente una petición para legalizar la asociación”, recuerdan, a la que se contestó en enero de 1978 de manera afirmativa. Antes, “ya se habían hecho intentos pero no lo permitieron”. La mayoría de los pregoneros de este año ya habían formado parte de alguna de las juntas antes de 1978, y más de uno también “acabó en el calabozo porque algunos actos de las fiestas se aprovechaban para lanzar proclamas y al final las autoridades de entonces iban a por los organizadores”, cuentan. Aquellos fueron unos años convulsos y desde Herriko Taldeak y la juventud basauritarra “teníamos claro que uno de los objetivos principales era impulsar la cultura euskaldun y la participación”.

De aquellas fiestas se quedan sobre todo con esas ansias de libertad, de poder disfrutar de la cultura vasca sin límites. “No podemos olvidarnos del alcalde que por entonces había en Basauri, Emilio Escribano, que medió muchas veces y supo dar pasos hacia una nueva etapa”, recuerdan los siete. Ahora “vivimos las fiestas lo mejor que podemos, y quedamos siempre el día 11, en la despedida y cómo no el día de San Fausto”. Sin embargo, en aquella época en la que tenían alrededor de 18 años, “no parábamos ni un minuto”. Los días eran muy largos y “a las dos de la madrugada siempre hacíamos la reunión del día, luego casi todos nos íbamos de parranda”. Ahora “vemos mucha más participación sobre todo de niños y jóvenes, lo cual nos alegra mucho”.

Guardan en sus memorias muchas anécdotas, como la que se cuenta en el libro de los 50 años de los Sanfaustos sobre Serrat, que “vino a cantar gratis el año de las inundaciones y recordó que había estado de joven jugando en Basozelai, y pidió que le regalaran una camiseta del Baskonia”, recuerda Mera. De los Sanfaustos se quedan con la participación del pueblo, que lo pone todo de su parte para seguir teniendo las fiestas más populares.