Bilbao - Han sido capaces de cerrar el proceso de la llamada economía circular tras conseguir fabricar hilo con prendas reutilizadas. Koopera ha sellado un buen año avanzando en sus objetivos mediambientales, pero también sociales. Javier Mariño destaca que cuentan con más de 300 trabajadores procedentes de colectivos vulnerables.
¿Qué balance hacen del año 2017?
-Hemos llevado a cabo el crecimiento que nos propusimos, con un proyecto capaz de llegar a los fabricantes de ropa. El plan daba respuesta a un cambio de tiempo, con empresas textiles a nivel europeo que ya se dedicaban al reciclaje de ropa. Para nosotros ha sido un camino complicado, pero también una consolidación importante al convertirnos en una entidad referente a nivel estatal.
Y además siguen siendo fieles a sus ideales.
-Hemos defendido un modelo que en su inicio fue pequeñito pero que tenía el sueño de intentar dar oportunidades laborales a gente vulnerable. Este año hemos visto que Koopera cuenta con 600 trabajadores de las cuales 330 aproximadamente son de colectivos vulnerables.
¿Inciden las rebajas en que se done más ropa?
-Como cada vez se realizan compras más responsables, ha disminuido esa tendencia. La gente está más concienciada, compra más ropa de segunda mano y de alguna manera apoyar este tipo de proyectos... es una forma de colaborar con el modelo social que quieren.
¿En qué estado suele llegar la ropa a los contenedores?
-En buen estado. Pero tratamos de recordar que la gente meta la ropa en bolsas, porque así se protege más en todo el proceso.
¿Qué porcentaje de la ropa que se dona se suele reutilizar?
-Aproximadamente un 40%.
La inserción social es muy importante en el proyecto Koopera.
-La razón de ser es esa, el resto es una excusa para generar actividad. Se incorporan con un contrato laboral, se les da una formación y se les ofrece un acompañamiento. Se les prepara para dar un salto a la empresa ordinaria.
¿Cómo están funcionando las tiendas de Koopera?
-Estamos contentos. La tienda es muy importante porque es una fuente de recursos. Para muchas personas, que no pagan por la ropa porque han sido derivadas, supone el acceder a un bien de primera necesidad. Para otras es acercarse a un consumo distinto de moda, con mucha sostenibilidad detrás, tanto social como ambiental.
Además tienen proyectos en Rumanía y en Chile.
-Se replica el modelo que había aquí, consistente en genera empleo para colectivos vulnerables. La ropa que hay aquí y no tiene salida a través de nuestras tiendas puede servir para poner en marcha un proyecto social en otros sitios.
Koopera entra dentro de lo que se considera economía circular.
-Sí, se define en contra de lo que sería usar y tirar. Coges recursos de la naturaleza, los transformas, los consumes y los tiras. Pero en la naturaleza no existen los residuos, todo se recicla y sirve para otra cosa. Aprovechamos la ropa que es residuo como un recurso.
Y la ropa no solo termina en las tiendas.
-La ropa se reutiliza; pero hay tejidos como la lana, el acrílico, el poliéster... que clasificamos por materia prima. Hemos trabajado mucho en proyectos de innovación para buscar una salida a estas materias primas. Con el poliéster hemos conseguido fabricar alfombrillas para coches y con el algodón hemos dado salida a la construcción de paneles de aislamiento. Incluso hemos conseguido aprovechar algodón para volver a hacer hilo y con ese hilo fabricar ropa.
Dentro del proyecto para colaborar con grandes firmas. ¿Cuáles son los siguientes pasos a dar?
-Colaboramos con Mango, Skunk Funk, Decathlon, Inditex... Estamos pendientes de que se vayan probando colecciones en las que se reintroduzcan estos materiales, trabajando para que las colecciones lleguen al gran público y se divulgue que detrás de esa prenda hay historia.
¿Diría que el futuro pasa por que la ropa sea sostenible?
-Totalmente. El modelo actual no lo es. La industria textil es la segunda más contaminante y responsable del 20% de los residuos tóxicos en el agua. Consumimos cuatro veces más prendas que en los años 90. Es obligatorio que hagamos algo. La ropa es la chatarra del siglo XXI. Todas las materias primas que hasta ahora no estábamos aprovechando son muy interesantes. Estamos en fase de inventar ese futuro.
¿Cuáles son los retos a futuro de Koopera?
-Uno de los retos muy importantes para nosotros es el reciclaje, ser capaces de dar un paso más. Estamos recabando apoyos para poner en marcha un proyecto nuevo en este sentido.