Bilbao - La metrópoli bilbaina frenará en los próximos años su expansión urbanística. El suelo actualmente ocupado es suficiente para cubrir las necesidades residenciales y económicas de la mayor concentración de habitantes del territorio. La revisión del Plan Territorial Parcial del Bilbao Metropolitano que actualmente se está llevando a cabo apuesta por aprovechar las superficies ya urbanizadas, rehabilitando viviendas y regenerando suelos industriales, para garantizar el mantenimiento de los espacios naturales. “No debiera calificarse más suelo natural”, defendió el diputado de Movilidad, Transportes y Cohesión del Territorio, Vicente Reyes.

El responsable foral compareció ayer ante las Juntas Generales, a petición propia, para presentar el documento de avance de la revisión del PTP del Bilbao Metropolitano, cuya aprobación inicial está prevista para mediados del próximo año. Reyes destacó la importancia de este instrumento de planeamiento urbanístico, ya que afecta a 35 municipios con una población de casi 900.000 habitantes, prácticamente el 80% del total. El documento establece la estrategia territorial de este área para los próximos 16 años, planteando las principales intervenciones en zonas residenciales e industriales, la ubicación de infraestructuras, la protección de áreas naturales, las estrategias de movilidad o la intervención en zonas degradadas, entre otras.

El documento parte de tres planteamientos básicos: limitar el uso del suelo, controlando los crecimientos; impulsar la rehabilitación, la regeneración y la redensificación tanto urbana como de suelos, así como mantener el hábitat rural. Según las proyecciones de población para los próximos años -Bizkaia puede perder hasta 47.000 habitantes hasta 2026-, “el suelo ya calificado tanto de actividades económicas como residenciales es suficiente para cubrir las necesidades de la vigencia del plan”, incidió Reyes. Una cuarta parte de la superficie del área está ya “artificializada”, muy por encima del 7% de media en la CAV. El diputado foral advirtió además de que, una vez urbanizado, “un terreno no vuelve a ser virgen otra vez”. Según los cálculos del documento de avance, se podrían regenerar hasta 589 hectáreas y cambiar el uso de otras 275.

El actual PTP se redactó en 2006 y, desde entonces, la situación tanto social como económica ha cambiado sustancialmente; a la baja natalidad y la pérdida poblacional, con familias cada vez más pequeñas, se une la transición de un modelo basado en la industria a otro en el que primará el sector de servicios. El documento plantea un modelo territorial “coherente y eficaz, equilibrado y sostenible”, que quiere huir de zonas residenciales poco densas y apuesta por situar los centros de trabajo en las propias ciudades, donde viven los ciudadanos, reduciendo así las necesidades de movilidad.

El nuevo PTP tiene también en cuenta la perspectiva de género, incidiendo en la necesidad de reducir los puntos negros para mujeres, y apuesta por unir las diferentes zonas verdes de la metrópoli, “incluso pequeños parques en la trasera de un edificio, creando así un archipiélago de zonas verdes”.

Participación Los grupos políticos recibieron con satisfacción la invitación del diputado foral de realizar aportaciones al plan y destacaron la participación ciudadana que ha planteado el proceso para redactar este documento de avance. No obstante, tanto Podemos Bizkaia como EH Bildu se han mostrado críticos por las escasas cifras de personas que han intervenido en los talleres y encuentros organizados hasta la fecha.