Galdames - Galdames se ha propuesto recopilar los testimonios de supervivientes de la guerra. De aquellos que padecieron lo indecible cuando las pistolas pusieron en pausa la democracia, un estado que después hubo de durar 40 años. Y, no solo eso, sino que los divulgará llevándolos hasta cada familia del municipio. Para que lo que sufrieron no se olvide. “Raimunda se levantaba cuando las primeras luces del alba no habían despedido del todo la negrura nocturna, hacía un pequeño petate y caminaba en dirección a Güeñes, donde cogía el tren para viajar hacia Bilbao. El peregrinaje duraba horas para pasar tan solo un pequeño rato con su marido, pero aquellos momentos eran los únicos que le dejaban con la paz interior de saber que seguía vivo”. Son las primeras líneas de uno de los duros relatos de supervivientes de la Guerra Civil en Galdames que el Ayuntamiento ha reunido en un libro, Lluvia de verano. Una publicación que desprende un carácter especial a pesar de su dureza y que se editará como parte del proyecto de recuperación de la memoria histórica de la localidad.

Coincidiendo con el ochenta aniversario de la entrada de las tropas franquistas en el municipio y su avance por Enkarterri tras la caída de Bilbao, que “marcó un periodo de represión de varias décadas en la comarca”, los vecinos de Galdames que vivieron aquella época toman la palabra para narrar sus historias personales.

El Consistorio regalará a todos los hogares en Navidad la publicación que condensará esas vivencias, y que también contiene fotografías antiguas cedidas por los protagonistas.

Estará dividida en “cuentos reales, un apartado por persona o familia: doce relatos en total que narran la época más difícil del municipio”, detallan fuentes del Consistorio de Galdames. Se trata de “recuerdos de personas, por lo general mujeres, que han vivido en primera persona la hostilidad de un conflicto que sigue vivo en sus corazones. Se trata de doce historias contrastadas, pese a la falta de documentación de la época”, destacan y que se centran en el aspecto más humano de la contienda. “No existen recuerdos de personas que hayan estado en primera línea de batalla, pero sí de quienes les esperaban en casa”, subrayan. “Mujeres, madres e hijas que sufrieron por los suyos y han sobrevivido para contarlo; han rebuscado en su memoria para hacernos partícipes a todos de la realidad que les tocó vivir”, describen. El conflicto que obligó a un vecino a combatir, que hizo prisionero a otro habitante de Galdames en la cárcel de Larrinaga o el dolor de una vecina por la suerte de su marido y su hijo en el frente.