Euskotren callejea ya por Bilbao con la Línea 3
Los usuarios descubrieron las siete nuevas estaciones y llenaron los trenes tras el viaje inaugural de los políticos
BILBAO. Hacía 20 años que Bilbao no inauguraba una línea de metro y había ganas. Así lo demostraron los miles de usuarios que, como si de una marabunta de hormigas se tratara, entraban y salían ayer de las siete estaciones del nuevo trayecto ferroviario subterráneo que recorre los barrios del norte de la villa entre Matiko y la parada de Kukullaga, ya en Etxebarri.
La apertura del nuevo transporte gestionado por Euskotren transcurrió sin problemas durante toda la jornada “a excepción de algunos fallos puntuales y ligeros retrasos en el servicio como consecuencia de la cantidad de gente que había en los andenes”, indicaron al final del día fuentes de la compañía ferroviaria. Un trayecto que permite cumplir a la compañía ferroviaria su viejo sueño de centralidad en Bilbao y conectar todas sus líneas, con lo que de ventaja supone para los usuarios.
La jornada inaugural se inició en la estación de Matiko. El lehendakari, Iñigo Urkullu, el diputado general, Unai Rementeria, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, accedieron a los andenes tras pasar por la canceladora las tarjetas Barik, Bat y Mugi, las tres que operan en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, y que se pueden usar en el trazado recién estrenado. Toda una declaración de intenciones de integración de billetes en Euskadi.
Tras el Agur Jaunak cantado por la Coral de Bilbao, partió a las 11.02 el tren inaugural, bautizado como Besaide, donde montaron invitados y responsables políticos que de alguna manera coadyuvaron en años precedentes a que llegará el día de ayer.
Un rápido viaje sirvió para acercar a la comitiva hasta los andenes de la estación de Otxarkoaga y comprobar que por algo se le llama línea 3 de metro. Una estación calcada al resto del tipo caverna del suburbano con la diferencia del color de los carteles indicativos y los trenes que son de color blanco y azul de Euskotren.
El primero en tomar la palabra fue el alcalde bilbaino. Aburto calificó de “histórica” la jornada “para los vecinos de la ladera de Artxanda” y agradeció el esfuerzo realizado al Gobierno vasco y la Diputación, instituciones que han financiado las obras a medias con un coste total de 280 millones de euros. El alcalde puso en valor “la operación de cirugía urbanística que ha supuesto la línea, ganando 12.000 m2 de superficie para los vecinos”.
Por su parte, el diputado general, Unai Rementeria, calificó de “zancada” el paso adelante dado en Bizkaia con la inauguración del itinerario ferroviario significando que “este es un país que funciona y avanza”. Aseguró que “hoy (por ayer) se acaba un proyecto, nosotros seguimos adelante porque el viaje continúa y nos esperan más estaciones y más proyectos”, quizás dejando caer que los recorridos de las líneas 4 y 5 del metro, ahora parados, puedan resurgir próximamente.
Las primeras palabras del lehendakari Urkullu fueron de recuerdo para la familia y compañeros de Enrique Borja, un trabajador que falleció en el transcurso de las obras. Después, señaló la importancia de la línea 3 y lo que supone de “vertebración territorial de Bizkaia” y de futuro enlace directo con Donostia. Apostó por mirar al futuro “y construir la Euskadi de 2030 y pensar cómo será la Euskadi de 2050”. Aseguró que “el camino es el que se utilizó para construir esta obra de ingeniería: trabajar juntos por el bien común y seguir innovando y buscando soluciones”.
Urkullu también tuvo un recuerdo para las víctimas de los últimos atentados terroristas, en especial al de Estocolmo del viernes, de ahí la presencia en los actos del cónsul de Suecia en Euskadi.
El acto concluyó con una pieza teatral corta del grupo Aullidos de Otxar titulada La vida en una maleta donde recordaron los orígenes de Otxarkoaga, compuesto por hijos de la inmigración de los años 60, y reivindicaron el futuro de su barrio.
Pasadas las doce del mediodía, se abrieron las puertas en superficie y los andenes se inundaron de vecinos curiosos y usuarios en ciernes. Las reivindicaciones también se dejaron notar. Carteles y camisetas de diferentes grupos solicitaban “la línea 5 para Galdakao, ya”, “Zurbaranbarri: ascensores en la calle para llegar al metro” y “Sí, al metro, no al tarifazo”. Incluso un grupo de invidentes, bajando las escaleras, corearon a gritos eslóganes como “metro, si no es accesible es antisocial” o “mas megafonía en cada estación”.
Al mediodía la invasión de viajeros gratuitos descendió para crecer de nuevo por la tarde con trenes atestados y andenes que hacían peligroso acercarse a sacar una foto con el móvil del convoy que llegaba.
Hasta las ocho de la tarde, cuando las canceladoras se cerraron y hubo que pagar. Ahí es cuando empezó realmente a funcionar la línea 3 y siguió toda la madrugada. Como el metro.