Iker Ugarte

Galdakao - Corría el año 1984 cuando Alfonso Sagarna y Xabier Aramburu, ambos de Galdakao tuvieron su primer contacto con el pencak silat, un arte marcial que definido en pocas palabras mezclaría el ataque eficaz con el movimiento artístico. Más tarde, hace unos diez años, su unen a ellos el galdakoztarra Saúl Mayo y los bilbainos Xabier Pombo y Zoubair Ait Lhaj. Cabe destacar, además, que los tres galdakoztarras han conseguido ser campeones del mundo con 52, 47 y 28 años.

Todos tienen un nexo de unión; el Gimnasio Iraragorri, situado en Galdakao, que es donde se han formado estos campeones del mundo. Y es que no hace mucho que estos cinco deportistas se han alzado con las medallas que les acredita como los mejores del mundo con el triunfo conseguido en Bali, dentro de la modalidad de técnica libre por grupos, imponiéndose a las selecciones de Indonesia y Singapur, habituales en los primeros puestos del podio. El pencak silat es un arte marcial que parece tener su origen en Indonesia y que se practica sobre todo en ese país, Singapur, Malasia, etc. En Europa destacan países como Holanda, Francia y también el Estado español, que tiene a Galdakao como una de las mayores referencias.

Al tratarse de un arte marcial no demasiado conocido en Bizkaia, antes de iniciarse ya tenían una relación estrecha con otras artes marciales. Aramburu y Sagarna eran dos habituales del Iraragorri y el otro galdakoztarra, Saúl Mayo, llevaba toda su vida ligado a estos deportes.

Fue entonces cuando llega a Galdakao Yon Barrenechea, el culpable de que el pencak silat haya llegado ahora mismo a su nivel más alto en el Estado y, sobre todo, en Galdakao. En 1979 abre el Gimnasio Iraragorri y allí comienza a formar a deportistas en este arte marcial gracias a su largo recorrido dentro de las artes marciales y su sabiduría, aprendida junto a grandes maestros. Desde entonces, el gimnasio, y como no, los deportistas que entrenan allí comenzaron una carrera vertiginosa e imparable, que les ha llevado a situarse a la cabeza (por palmarés) a nivel estatal. Sólo les hicieron falta cinco años para “darnos cuenta de que era una oportunidad de oro, porque teníamos el mejor plantel de deportistas marciales de la historia”, comentan.

Un deporte duro En cuanto a la preparación, todos están de acuerdo en que “es muy dura”, ya que entran en juego aspectos como el físico y el psicológico. “Lo fundamental en el pencak silat es el equilibrio entre el cuerpo y la mente”, indican.

Además, al no ser un deporte conocido -salvo en los círculos de las artes marciales- ese camino no ha sido nada sencillo, puesto que “los deportes minoritarios basan su éxito en una doble ilusión”, aunque en el caso de los galdakoztarras, esa lucha ha estado ligada a los triunfos y los reconocimientos. Sin embargo, a pesar de que este deporte es practicado por millones y millones de personas en Asia (20 millones solo en Indonesia) y hay muchos que viven de ello, en el caso de los que se dedican a este arte marcial en Galdakao no puede ser su sostén de vida.

Basta decir que en el Estado son unos cientos los que lo practican, por lo que el logro conseguido es aun mayor. En este sentido, los cinco campeones admiten que la clave en el pencak silat es “el estar unidos como grupo, trabajar todos juntos y guardando siempre el máximo respeto al maestro, al aliran (estilo) y al perguruan (escuela)”.

Su próximo reto va más allá de lo meramente deportivo, ya que se han marcado como objetivo traer hasta Galdakao un mundial de pencak silat.