Bilbao - Las obras en el puente de La Arena, que comenzarán el próximo mes, se ejecutarán en horario diurno y obligarán a cortar un carril en las franjas horarias con menos tráfico, de forma programada. Los trabajos, que se prolongarán durante un año, suponen una actuación casi integral que incluye reparaciones en la estructura metálica y de hormigón, la sustitución de los apoyos y la impermeabilización de la mediana, entre otros ámbitos.

Según informó ayer la portavoz de la Diputación, Elena Unzueta, tras el consejo de Gobierno foral, el próximo mes comenzarán las obras que se van a ejecutar en el puente de La Arena, por donde discurre la autopista A-8. Precisamente en la reunión de ayer se dio luz verde al proyecto de reparación del viaducto.

Tal y como explicó Unzueta, los trabajos se tienen que realizar en horario diurno y conllevarán cortes puntuales y programados de uno de los carriles de circulación. Con el fin de minimizar las afecciones a los conductores que a diario circulan por esta carretera, los cortes se realizarán en las denominadas horas valle, en las que hay menos densidad de tráfico. De momento, sin embargo, no se ha definido qué días ni a qué horas se producirán estas afecciones.

El tramo de la autopista de la A-8 sobre el puente de La Arena es uno de los más transitados de todo el territorio, ya que por él circulan a diario más de 55.000 vehículos como paso obligado de la autovía de Bilbao a Cantabria.

Las obras conllevan una gran dificultad técnica, supondrán la puesta al día de prácticamente todos los elementos del viaducto y tendrán un presupuesto de algo más de cuatro millones de euros. El proyecto incluye la reparación de la estructura metálica y la de hormigón, la sustitución de los apoyos, actuaciones en los tirantes, la iluminación del tablero, la impermeabilización de la mediana, el tratamiento de la barandilla, y el aglomerado y la impermeabilización del tablero.

Puesto en servicio en 1992, se trata de un viaducto excepcional en toda la red viaria vizcaina, tanto por la tipología de puente -dispone de un sistema de tirantes- como por su longitud, que alcanza los 666 metros.

Dispone, además, de un tablero único para las dos calzadas de la autopista A-8 en la que se ubica, lo que también le confiere un carácter especial. El tablero tiene una anchura de 27,30 metros, con dos carriles por sentido, un arcén interior de un metro y otro exterior de dos. Las aceras de ambos extremos incluyen una barrera rígida de hormigón entre las aceras y la calzada.

El puente fue sometido, hace dos años, a una profunda revisión dentro del mantenimiento preventivo periódico al que son sometidas todas las infraestructuras vizcainas. La intervención, con un coste de 224.000 euros y que se prolongó durante casi dos meses, consistieron en analizar los anclajes inferiores, medir las fuerzas de tensado de los tirantes y revisar el estado de oxidación de sus elementos.

Durante la revisión de los 1.184 puentes, viaductos y otras estructuras incluidas en la red foral que pasaron la inspección preventiva correspondiente, se confirmó la necesidad de llevar a cabo siete proyectos de adecuación. Uno de ellos fue precisamente el del viaducto de La Arena, aunque también se recomendó realizar actuaciones de mantenimiento en el viaducto sobre el río Kadagua, en Zorrotza, y en el de Rekalde, así como en la estructura Ugaldebieta-4 de la BI-3747 y la A-8, el viaducto de Atxazpi, en el paso superior sobre la BI-637, en Leioa, y en la BI-633 en Mallabia.