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Una moneda al aire da el gobierno de Arantzazu a EH Bildu

Tras empatar a votos con el PNV, el azar determinó ayer que Igor Meñika sea alcalde del municipio de Arratia de 380 habitantes

arantzazu - Una moneda de 50 céntimos determinó ayer el alcalde de Arantzazu después de que el domingo se produjese un empate a 132 votos entre EAJ-PNV y EH Bildu. La suerte sonrío en esta ocasión a la coalición abertzale e Igor Meñika será el próximo alcalde del municipio de 380 habitantes hasta ahora gobernado por la formación jeltzale.

El sorteo se produjo ayer en el Juzgado de Durango y de manera sorpresiva, ya que en principio se preveía que únicamente se fuesen a contar de nuevo los votos. La Junta Electoral había citado a los apoderados de EAJ-PNV y EH Bildu en la circunscripción de Durango-Arratia para un nuevo recuento y, después de que a primera hora se determinase que las papeletas a Juntas Generales de esta zona estaban bien contadas, se pasó a tratar las alegaciones referidas a la elecciones municipales. La cuestión de Arantzazu fue la primera en tratarse.

Un nuevo recuento refrendó que se había producido un empate y, atendiendo al artículo 163 de la Ley Electoral, el juez propuso que se realizase de inmediato el sorteo. El titular propuso a cada formación cada una de las caras de la monera y las aceptaron: el rostro de Cervantes para los jeltzales y el número 50 para la coalición abertzale. La suerte sonrío a Meñika, que presenció el sorteo. “La verdad es que este mecanismo nos parece que no es en absoluto justo y no es normal que el azar determine un alcalde. No voy a negar que estamos contentos porque creemos que Arantzazu necesita un cambio, pero no nos parece una ley justa”, indicó.

En este sentido, Meñika señala que tomará el cargo consciente de la situación que ha condicionado su designación. “Pensábamos que el sorteo se realizaría más adelante y no nos ha dado tiempo ha hablar previamente con la otra candidata. En cualquier caso, soy consciente de que hemos empatado a votos y tendremos que buscar la forma de tomar las decisiones entre todos”, señaló.

La hasta ahora alcaldesa, Begoña Llano Intxausti, que venía revalidando el cargo desde 2003, asumió con “deportividad” lo que el azar determinó ayer en Durango: “Siempre hemos sabido que cabía la posibilidad de ganar o perder por un estrecho margen, aunque nos ha sorprendido que se produjese un empate. En 2011 ganamos por 13 votos. Nos informamos de que se iba a resolver así y aceptamos con deportividad el sorteo. Solo hemos obtenido tres votos menos que hace cuatro años, aunque sabíamos que podíamos perder apoyos porque algunos vecinos que nos votaban han fallecido en estos cuatro años y otros se han marchado. En los pueblos pequeños nos conocemos todos”. Hace cuatro años se produjo una situación similar en Arakaldo, aunque entonces la suerte cayó del lado del PNV. - Ander Goyoaga