Los niños pueden lograr cosas increíbles. La pequeña Abby, con tan solo 16 meses, consiguió algo casi impensable: unir en torno a su pequeña figura las culturas senegalesa y vasca. La historia de esta niña es de esas que refleja la dureza del continente africano, la imagen de la pobreza con un trágico final. Abby nació con una insuficiencia renal y, a través de la relación de amistad que une a Nyuba, -padre de la pequeña- e Iñaki González -presidente de Simon de Otxandategi- su historia se conoció en Berango. Una representación del grupo viajó hasta el país africano para conocer a la pequeña e iniciaron los trámites para intentar que la niña fuese operada en Euskadi. Pero, por desgracia, no dio tiempo, falleció con tan solo 16 meses.
La pena invadió al grupo y, en base a todo ello, nació la idea de grabar el disco Abby, potxola, un trabajo que en sus trece temas une el folclore vasco de Simon de Otxandategi, con los ritmos de percusión senegaleses del grupo de baile Jammú. Este trabajo se presentará el próximo jueves en el Teatro Campos Eliseos.
Atrás quedan muchos meses de trabajo con ensayos, grabaciones y quebraderos de cabeza para tratar de dar versión coral a los trece temas que mezclan las rancheras con estilos como el pop-rock, entre otros. Al acto acudirán personalidades del mundo de la política, el deporte y la cultura vasca, pero no estará Abby. Quien sí estará es Nyuba, su aita, quien baila en el grupo Jammú.
De esta manera, a lo largo de los trece temas que componen Abby, Potxola, se puede escuchar al grupo senegalés cantando pasajes de canciones en euskera o temas profundamente euskaldunes que se han apoyado en los ritmos africanos de la percusión del grupo Jammú. “Esto es más que un disco, es un trabajo que pretende tener un impacto cultural y social”, señala González.
La verdadera estrella de este proyecto es la canción Abby, Potxola, tema central del disco. “Nos hemos volcado totalmente en esta canción, hemos trabajado mucho en ella”, explica el presidente. Cada nota de esta composición es un homenaje a la niña. “La experiencia que tuvimos en Senegal nos cambió a todos”, explica la cabeza visible de este proyecto que ha necesitado cuatro meses de trabajo en el estudio de grabación. El presidente de Simon de Otxandategi ya ha podido escuchar el resultado final de este disco que se pondrá a la venta en la próxima Azoka de Durango en el stand de Elkar.
“He de reconocer que tanto la parte musical como la de los solistas nos han quedado muy bien”, indica González. En este sentido, lo más complicado de este trabajo ha sido ensamblar los coros a alguno de los temas que conforman el disco. Otro de los procesos más complicados ha sido la elección de las canciones que darían forma a Abby, Potxola. Los integrantes del grupo eligieron, entre todos, los trece temas que, finalmente, aparecen en este trabajo.
Un euro por disco Este disco ha querido acercar y concienciar a la ciudadanía de las duras condiciones en las que se viven en Senegal a través de la triste historia de Abby. Por ello, el disco tiene también una gran vertiente solidaria. De esta manera, Simon de Otxandategi Dantza Taldea donará un euro a varias familias senegalesas por cada disco que vendan. “Aunque a nosotros nos parezca algo simbólico, para ellos es una gran ayuda. Tengamos en cuenta que allí una familia puede vivir todo el año con 600 euros”, explica el presidente del grupo berangotarra.
Mezcla folclórica, calidad musical y solidaridad se juntan en Abby, potxola, el segundo disco de Simon de Otxandategi y que, a buen seguro, estará protegido por un ángel que ahora está en el cielo. Abby, la pequeña que llegó al corazón de todos los integrantes del grupo, velará porque la obra que sus amigos berangotarras le han dedicado cuente con el beneplácito del público.