DURANGO - La renovación del barrio de San Fausto de Durango está cada día más cerca. Por lo menos, así se deduce del último informe hecho público por el Ayuntamiento de la villa en torno a las necesidades que requieren los vecinos de este núcleo del municipio. Este plan cuantifica en su último dossier los gastos a los que tendrían que hacer frente tanto los vecinos, como la inversión del propio Consistorio.
El ambicioso plan denominado San Fausto Berritu, comenzó a gestionarse el año pasado, una vez recogidas las necesidades de los vecinos de este barrio, con la intención de mejorar el entorno. La accesibilidad a las viviendas, el aislamiento de los edificios, la reordenación urbana y una nueva red de saneamiento, fueron las principales preocupaciones planteadas por estos durangarras y que fueron recopiladas a través de una encuesta realizada el pasado verano.
El barrio de San Fausto se sitúa en el extrarradio del municipio y fue desarrollado en dos fases constructivas entre los años 1955 y 1957 con 380 viviendas y cuatro tiendas; y en 1967 con 128 pisos y 13 comercios. Fue un proyecto dirigido por el Instituto Nacional de la Vivienda de Madrid y ejecutado bajo la dirección de los arquitectos Pueyo y Perea, con el objeto de acoger la población laboral que demandaba el crecimiento industrial de la comarca en esa época posterior a la dura posguerra. Debido a diferentes razones constructivas, las viviendas de este entorno carecen de ascensores, el aislamiento es deficitario, tiene una mala accesibilidad y el saneamiento precisa de una renovación integral.
Fuerte desembolso Todas estas reformas urbanísticas requieren de una fuerte inversión que, según se señala en el informe, podría rondar entre los 35.000 euros por vecino -para aquellos propietarios con las viviendas más pequeñas-, hasta los 50.000 euros para aquellos que dispongan de las casas más grandes. De esta forma, aquellos vecinos que opten por la construcción del ascensor tendrían que abonar entre 18.000 y 21.000 euros; si deciden llevar a cabo las obras de aislamiento supondrían un desembolso de entre 9.000 y 12.000, y las obras de ampliación de cada vivienda supondrían un coste de entre 8.000 y 12.000 euros.
Sin embargo, según se desprende de este informe, una de las posibilidades de cara a la instalación de ascensores requeriría crear una nueva planta en cada edificio, generando de esa forma nuevos metros cuadrados habitables. Esta nueva altura reportaría a cada vivienda unos beneficios en torno a los 50.000 euros en base a las revalorizaciones de las casas y de ahorro de energía, según lo calculado por los técnicos.
La primera medida de cara a sufragar los gastos vino por parte de los vecinos que, declinaron construir un centro cívico en favor de invertir para mejorar la calidad de vida de su barrio.
Gestión municipal Según se desgrana del informe, se estima necesario que la administración local gestione todos los gastos, buscando subvenciones y financiación para poder ayudar a los vecinos a que el gasto no sea tan elevado. De esta forma, estaría también en manos del Ayuntamiento decidir si cede suelo público en beneficio de cada vecino y la decisión sobre la exención de impuestos como el IBI o la licencia de obras.
Decisiones Asimismo, el informe deja en manos de las posibilidades económicas de los vecinos que pueda llevarse a cabo el plan en su totalidad. Para ello, estiman que "sean ellos quienes deben impulsar el proceso de rehabilitación y asumir los costes que les correspondan".
El informe también considera indispensable "ayudarles en esta tarea con un servicio de gestión municipal que pueda proporcionar un estudio personalizado y asesoramiento en instrumentos de financiación colectivos".
Además, según se ha hecho público recientemente, el Ayuntamiento de Durango estaría haciendo las gestiones necesarias para buscar posibles vías de financiación que puedan ayudar a sufragar todos los gastos derivados de la renovación. Del mismo modo, se considera que "pudieran ser empresas de servicios energéticos, promotoras o constructoras con capital privado o mixto quienes puedan asumir algunos costes como implantación de energías renovables y poder gestionar las plusvalías generadas por la redensificación".