BILBAO. Grupos inversores internacionales, no solo relacionados con el comercio sino también cadenas hoteleras o servicios informáticos, han puesto su punto de mira en Bilbao para iniciar la puesta en marcha de nuevos proyectos económicos en un momento de recuperación de la inversión. Samsung ya ocupa la planta baja de El Corte Inglés en la Gran Vía y Michael Kors es una referencia del lujo en la capital desde hace pocos meses. Otras firmas extranjeras buscan un emplazamiento adecuado para desembarcar en la milla de oro de la capital como es el caso de Apple o el de una firma textil británica que ha puesto su punto de mira en las galerías de Gran Vía. Y otros iconos internacionales como los emblemáticos almacenes londinenses Harrods o Marks & Spencer podrían estar planteándose su desembarco en la ciudad. "En estos momentos, tenemos que estar más abiertos que nunca y ser más flexibles a la inversión extranjera", apunta Marta Ajuria, concejala de Economía y Hacienda.

Los responsables de activar la economía de Bilbao tienen claro que "la ciudad que vamos a ver dentro de diez años no es la ciudad de estos momentos. La economía está cambiando muchísimo, cada vez es más global, y Bilbao tendrá que adaptarse a estos cambios y poner las bases que lo faciliten".

En este nuevo contexto económico que se está tejiendo se encuentran operaciones como la que avanzaba ayer DEIA. Una firma comercial ultima la compra del edificio de la BBK en Gran Vía 23. Entre las tres propuestas que están interesadas en este emblemático inmueble, en desuso desde hace tres años, se encuentra la prestigiosa empresa puntera en tecnología, Apple, aunque en principio no parece que es la oferta con más probabilidades de ocupar las antiguas oficinas bancarias.

No es el único proyecto en marcha ya que en ese mismo cotizado triángulo comercial una empresa textil inglesa ha encargado a un equipo de arquitectos vizcainos un proyecto para adaptar el espacio interior a sus necesidades comerciales.

"Los grupos inversores están viendo cómo se relanza poco a poco la economía y se están planteando nuevos proyectos que no únicamente son comerciales", explica Ajuria. Se refiere, por ejemplo, a cadenas hoteleras. Este es el caso de Room Mate Hotels, una cadena de hoteles urbanos con encanto que tantea edificios en Bilbao y Donostia en aras de encontrar un inmueble acorde a sus necesidades. Room Mate Hotels es una fuerte y moderna hotelera con presencia en Barcelona, Madrid, Málaga, Nueva York, Amsterdam, Florencia o México, entre otras ciudades donde oferta sus alojamientos. Sus responsables, entre los que se encuentra el donostiarra Gorka Atorrasagasti, junto a Enrique Sarasola, buscan "un edificio que cumpla los requisitos de nuestra filosofía empresarial, como el hecho de que sean inmuebles emblemáticos dentro de la ciudad", según aclaran a DEIA.

El Ayuntamiento tiene claro que debe ayudar a la inversión privada en la ciudad preservando el patrimonio en todo lo que supone las política de ciudad para ser atractivos para la inversión privada. "Tenemos que ser flexibles y atractivos, más abiertos y adaptarnos a esos requerimientos", explica la concejala de Hacienda.

En esta línea, precisamente, el pleno del Ayuntamiento de Bilbao ya ha procedido a aprobar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para facilitar la implantación de nuevos negocios que proyectan su expansión en vertical y no como ocurría hasta ahora que las superficies eran en planta. En esta línea se enmarca también la decisión de permitir que edificios emblemáticos como la antigua sede del BBVA o de la BBK puedan abrir comercios en planta.

nuevos requerimientos El Consistorio ha recogido el guante de los nuevos requerimientos empresariales y esto favorece, a su vez, que otros grupos empresariales hayan expandido sus proyectos en la capital. Es el caso de la cadena Mango, que ocupa el edificio de la antigua cámara de comercio en la Gran Vía. Otra importante firma también ha reforzado la presencia en la capital como es el caso de la firma Bimba&Lola, que ocupa un lugar estratégico en la milla de oro de la ciudad.

Otros grupos empresariales, sin embargo, se han visto obligados a reducir su presencia en la capital, aunque no han renunciado a desaparecer, superando adversidades de estos tiempos convulsos. Skunfunk tuvo que dejar la Gran Vía -mantiene su local del Casco Viejo-, tras superar un complicado concurso de acreedores. En su lugar, otra firma textil de vanguardia, Desigual, ha aprovechado el atractivo local donde desde hace menos de un año ofrece sus productos destinados a un público más joven y desenfadado.

También Loewe se ha visto atrapada por la difícil coyuntura económica, lo que le ha obligado a reducir su presencia. En todo caso, los clientes fieles de esta firma lujo pueden continuar encontrando sus selectos artículos en El Corte Ingles.

Louis Vuitton, sin embargo, que llegó a Gran Vía 42 en 2008, no ha podido hacer frente a la tormenta económica y ha anunciado que esta primavera cerrará el local de dos plantas que contaba con una clientela fija desde antes de que decidiera abrir en la capital.

"El futuro viene con unos cambios de tendencia muy importantes en los que vamos a tener que competir muchísimo. Va ser más costoso y vamos a tener que adaptarnos a esa situación", señala la delegada de Hacienda.

En este sentido, el Ayuntamiento trabaja en una política sustentada en desarrollar una política flexible. Además se trabaja para garantizar la calidad del espacio público de manera que la ciudad funcione pero sin olvidar el tejido que ya existe apoyando a las asociaciones del sector. Y completando este trabajo a medio plazo con la generación de muchas actividades en la ciudad con un espíritu de calidad para concentrar la población.

En este sentido, Juan Carlos Ercoreca, presidente de Bilbao Dendak, considera "muy positivo que las mejores firmas comerciales se implanten en Bilbao". Ercoreca opina que "a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, Bilbao se encuentra en el punto de mira de nuevos proyectos y eso es muy interesante". Además, desde el Ayuntamiento consideran que a la ciudad le interesan también las entidades bancarias, las consultorías y los servicios informáticos, que representan el 40% de la economía y que "son altamente interesantes para favorecer la reactivación de la economía".