Síguenos en redes sociales:

Consejos de pregonero a pregonera

Aitor Elizegi y Joseba Solozabal recomiendan a Virginia Berasategi dormir y comer bien, y tomarse tiempo para ella Sus predecesores alaban a la triatleta

Consejos de pregonero a pregoneraDavid de Haro

Bilbao. Admite que, con la preparación del Campeonato del Mundo de Triatlón femenino que se celebró el pasado fin de semana en Gasteiz, todavía no ha podido empezar a entrenarse para su papel como pregonera de Aste Nagusia. A pesar de ello Virginia Berasategi no puede evitar que la sonrisa le ilumine la cara y que un cosquilleo le revuelva el estómago cuando piensa en las próximas fiestas de Bilbao.

"Solo de pensar en el momento en salir al balcón para el txupinazo me recuerda a la emoción que siento antes de competir. Intentaré dar lo mejor de mí y representar lo mejor posible a los bilbainos", reconoce con ilusión.

Reunimos a la triatleta con dos de sus antecesores en el cargo, que la asesoran y aconsejan de cara a la semana más larga del año. Vivir intensamente cada momento y dormir lo suficiente son dos de las claves que le lanza el periodista Joseba Solozabal, mientras que para Aitor Elizegi, cocinero, no hay nada como una parada para almorzar y buscar un momento del día para reflexionar sobre lo que está viviendo. Eso sí, ambos se quitan el sombrero ante una sucesora de campeonato. "Es una de las elecciones más acertadas de los últimos tiempos, un premio merecidísimo para una chica simpatiquísima y muy profesional", elogian ambos.

El periodista Joseba Solozabal advierte que no es fácil dar consejos a la nueva pregonera, "porque cada persona es distinta y vive estos días de forma diferente". Aun así, no duda en recomendar a Virginia que viva intensamente las nueve jornadas en los que, vestida de amarillo chillón, será junto a Marijaia y la txupinera uno de los símbolos de Aste Nagusia. "Es importante sentir de verdad todo lo que vivas y que lo disfrutes muchísimo", le aconseja. Además, y lo dice con conocimiento de causa, le anima a encontrar todos los rincones y facetas, algunas veces ocultas, que se esconden en la ciudad durante esos días. "Yo descubrí lugares y sitios que no conocía gracias a ser pregonero, así que otro de mis consejos sería que aproveche para conocer muchas cosas que nunca ha visto", relata Solozabal. Otra de las claves para sobrevivir a nueve días y nueve noches de fiesta es un buen descanso, que le permita estar al 100% durante todas sus obligaciones.

Día largo y duro "El día es muy largo y duro", recuerda el periodista, por lo que no duda en rogarle que "duerma bien". Lo dice por experiencia propia. "Yo seguí trabajando y hacer un programa de televisión de cinco horas además de toda la agenda de actos se hace duro. Pero créeme que no me sentí cansado en ningún momento porque todo era bonito para hacer, todo me apetecía, y el cansancio desaparece", asegura. Ni siquiera se queja del calor que dan el traje y el sombrero, "son cosas que van en el cargo y lo llevas con ilusión".

Pero, por encima de todo, Joseba está convencido de que lo que de verdad tiene que intentar Virginia es ser una pregonera única. "Le recomendaría que ponga todo lo que pueda de sí misma para darle su tono personal al cargo", le anima.

Hace ya tres años que el televisivo se enfundó el traje amarillo de pregonero. Pese a ello, todavía recuerda de forma vívida el momento "especialmente mágico" de salir al balcón del Teatro Arriaga. "El sábado del pregón fue un día impresionante. La salida al balcón es un momento que no se puede olvidar nunca", rememora. Le resulta difícil destacar uno solo de los momentos que más le llenaron durante aquellos días. "En cada acto al que acudes recibes tanto cariño y apoyo, te lo pasas tan bien, que es imposible", reconoce.

"Auténtico triatlón" Nadie mejor que Virginia, en opinión del cocinero Aitor Elizegi, para encarar un "auténtico triatlón social, festivo y físico" como Aste Nagusia. "Seguro que termina mejor la semana que los que le hemos precedido en el cargo", admite. Ante todo, le recomienda a la triatleta una cita ineludible cada mañana: que no falte al concurso gastronómico. "Siempre tendrá un rincón para descansar, un txakoli frío y un plato que te pasa un amigo para reponer fuerzas", enumera.

Elizegi se decanta por dos consejos: una buena alimentación y tiempo de reflexión entre la vorágine diaria. "Es importante parar a jamar: primero, segundo, postre y un café para reposar. Nos dejamos llevar por el pica-pica, con medio pintxo toda la semana, y es un pequeño error que cometemos todos", admite. También conoce bien la rapidez con la que pasa la larga semana. "Es importante que se reserve un tiempo para ella, para repasar cómo ha ido la jornada. Los nueve días pasan a tal velocidad que llegas al domingo y no sabes si has saludado a todos los que tenías que saludar, si has repartido suficientes besos... Es una semana muy importante pero también lo es disfrutar de ella", recomienda con la experiencia de haber ocupado ya esa función. De pregonero a pregonera, le promete a Virginia que a su alrededor tendrá "a un montón de amigos dispuestos a ayudarla y echarle una mano".

La triatleta recoge el testigo con ilusión, muchísima ilusión, aunque reconoce que todavía tiene que asumirlo. "Creo que aún no me he hecho a la idea de lo que supone ser pregonera y el privilegio que supone ser, durante nueve días, una de las representantes de la fiesta. Solo de pensarlo me entra un nudo en el estómago... Tengo muchísimas ganas", se le ilumina la cara. Todavía recuerda el primer consejo que le dieron, "que no bebiese para aguantar toda la semana", y le agobia no poder estar en todos los sitios a los que la inviten. "Ya me han dicho que va a ser imposible, pero si hace falta me calzo mis zapatillas y no hay rincón al que no llegue", bromea. Virginia avisa.