Iparragirre Rock se reinventa

gernika-lumo

Dicen que si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma. Algo así debieron de pensar este año los integrantes de Iparragirre Rock Elkartea de Gernika-Lumo cuando decidieron organizar un evento diferente: Rockomobila.

Durante el día de ayer un camión descubierto recorrió las calles de la localidad transportando la música de diferentes grupos locales a todos los rincones, mientras tocaban encima de ella. Al no poder celebrarse los ya tradicionales conciertos de Rock&Rally como se venía haciendo en los últimos cinco años, los primeros acordes empezaron a sonar a las once de la mañana para dar comienzo a una fiesta alternativa.

Las desavenencias de los organizadores con el Ayuntamiento provocaron que se suspendiera un festival que estaba prácticamente atado con un cartel compuesto de grupos de renombre, tales como los madrileños Def con Dos o los más puros rockeros de Porco Bravo. El problema derivó debido a la ubicación donde se iban a celebrar los conciertos. Según relatan desde Iparragirre Rock Elkartea, "nos dijeron que no podíamos celebrar los conciertos hace mes y medio por culpa de las obras que se estaban llevando a cabo".

Como todos los años el parking que se encuentra al lado de la fabrica de armas de Astra iba a ser el lugar destinado para la celebración de los actos musicales, pero debido a las obras de reforma que se están llevando a cabo el Consistorio prohibió cualquier actuación. Los organizadores intentaron buscar nuevas salidas hasta última hora proponiendo diferentes enclaves de la localidad, pero debido a las restricciones horarias de estos emplazamientos alternativos y ante la imposibilidad de acometer una fiesta en condiciones, tuvieron que suspender el tradicional Rock&Rally. En palabras de otros de los organizadores, "el mayor problema han sido las formas y la tardanza con la que nos confirmaron la prohibición".

No por todo ello se quedaron de brazos cruzados los integrantes de Iparragirre y la fiesta de ayer congregó a mucha gente que acompaño al camión durante todo el recorrido. Esta no era la primera vez que sacaban el vehículo para llevar a cabo la fiesta pues hace muchos años, cuando el colectivo de rockeros gernikarras empezaba a dar sus primeros pasos y su mayor reivindicación era la necesidad de locales, utilizaron el mismo sistema. Y también cosecharon un gran éxito de publico.

Tras el tour mañanero se celebró una comida en el Pasealeku, una cita -con bertsolaris- que congregó a multitud de jóvenes del pueblo y de los alrededores. Después de reponer fuerzas, a las 16.00 horas de la tarde el camión volvió a arrancar junto a los sones de la música, para no parar hasta el momento de ocultarse el sol. Iparragirre, otra vez más, se reinventó.