los premios Karrantza Naturala han elegido este año la cultura en dos de sus variantes: literatura y arqueología. La kultur etxea del municipio acogió ayer el acto de entrega de los galardones, que en esta ocasión recogieron el escritor Karlos Santisteban y la pareja de arqueólogos María José Yarritu y Xabier Gorrotxategi. Todos regresaron al valle que tanto aprecian y que de una u otra forma está relacionado con su trayectoria.
Karlos Santisteban, nacido en Karrantza, ha escrito más de cincuenta libros en euskera desde 1983 incluyendo poesía y literatura infantil. Por su trabajo ha recibido prestigiosos galardones, pero no olvida sus raíces. "Karrantza aparece con frecuencia en mis libros. En el subconsciente queda lo que he vivido de pequeño. Las campas, las vacas, nombres de plantas de Karrantza se cuelan en los relatos. La gente me dice ¡cuánto sabes de eso! Pero para mí es de lo más normal", dice. También las cuevas de Pozalagua reclaman su protagonismo en las historias. "Escribí un relato de miedo en el que las estalactitas excéntricas se transformaban en asesinas", recuerda.
La localidad le ha devuelto el cariño en alguna ocasión más. En 2007 cuando la Korrika atravesó Karrantza, se decidió por unanimidad que Karlos portara el testigo. "Es muy bonito que en tu pueblo natal se acuerden de ti", agradece. Este nuevo galardón supone un reconocimiento a la labor que promueven en las ikastolas para impulsar el uso del euskera. "Llevamos a cabo encuentros con niños y niñas y les preguntamos a ver cuánto leen. A pesar de que se cree que se dedica menos tiempo a la lectura, sí que hay más oferta literaria por lo menos hasta los 12 años", resalta.
rastros de la prehistoria María José Yarritu y Xabier Gorrotxategi también recuperan el patrimonio cultural, en este caso los vestigios que los primeros pobladores de Karrantza dejaron en los montes del valle en la Prehistoria. "Karrantza tiene la mayor concetración de monumentos megalíticos de Bizkaia", cuenta Xabier Gorrotxategi.
Las investigaciones arqueológicas en la zona comenzaron en 1978 dentro del llamado proyecto Mendebalde con la puesta al día de la carta arqueológica de Bizkaia. Una iniciativa que dio continuidad a las prospecciones que realizaron en los años cincuenta y sesenta los encartados Pedro Mari y Julián Gorrotxategi Agirre.
"Pedro Mari era mi aita y yo ya desde pequeño le acompañaba en las excavaciones", rememora Xabier. Así nació su amor a la arqueología, que le llevó a seguir sus pasos. Doctor en Geografía e Historia, hoy trabaja codo a codo con María José Yarritu, licenciada en Arqueología.
Su labor ha sacado a la luz restos prehistóricos que se remontan al Paleolítico y ha permitido que los dólmenes se conserven en buenas condiciones. Fruto de sus investigaciones han publicado dos libros y veinte artículos y han reunido material suficiente como para sacar a la calle otros dos libros más.
"Entre 1978 y 2002 se excavaron siete dólmenes en las zonas de La Cabaña, Cotobasero, La Boheriza, Bernalta y Fuentellano", precisan. Pero no se limitaron a Karrantza. Además, se adentraron en las cuevas de Benta Laperra en Karrantza y Areatza, en Artzentales y estudiaron restos de los inicios de la Edad Media como las ferrerías situadas en Ilso Betaio y Tresmoral, en Sopuerta.
Un proyecto de gran envergadura en el que también se han involucrado Inma Martín, Arantza Zubizarreta, Lydia Zapata, Garbiñe Aja, Mertxe Candina, Beatriz Herreros, Mari Jose Sagarduy y Errose Alonso. El premio Karran-tza Naturala se repartirá entre todos ellos, por contribuir a que Karrantza sea "el espacio más bonito de Bizkaia", según explica Xabier Gorrotxategi.