Ondoren organiza desde Facebook una 'sanjuanada' en Barakaldo

Barakaldo. Una de las tradiciones más arraigadas de nuestro territorio es la celebración de una fiesta alrededor de las hogueras durante la noche del 23 al 24 de junio, la más corta del año. Varias generaciones han crecido recogiendo madera que posteriormente se apilaba para prenderle fuego e iba puerta a puerta con una hucha pidiendo dinero a los vecinos para costear la compra de refrescos y unos dulces. El paso del tiempo, sin embargo, ha hecho que esta costumbre se haya ido perdiendo, hasta el punto de que en muchas localidades ha quedado casi como una actividad residual dentro de su programación festiva.

La asociación Ondoren Barakaldo ha puesto en marcha en su perfil de Facebook un proceso de participación ciudadana para organizar una sanjuanada en la localidad fabril. Aunque su formato, a priori, no distará mucho del que se celebren en otros puntos de Bizkaia, al menos el modelo organizativo sí que está siendo bastante novedoso.

Tradición arraigada Los organizadores de esta fiesta han comenzado a recoger las sugerencias y las propuestas de la gente, que podrá decidir cuestiones tan básicas como el emplazamiento y las actividades paralelas que desean realizar alrededor de la hoguera. Todas ellas serán estudiadas y tenidas en cuenta, según indican fuentes de la plataforma ."Nuestra intención es recuperar una tradición muy arraigada en Barakaldo con un formato distinto", explica uno de los responsables de Ondoren. Así, se ha creado un grupo de trabajo con una docena de personas, que además de plantear sus propias ideas, estudia las que otros van dejando en el muro de Facebook. "También hemos contactado con un grupo de chavales y adolescentes para que vayan recogiendo la madera" que posteriormente arderá iluminando la noche barakaldesa, indican.

El lugar escogido para realizar la sanjuanada no se ha decidido aún, aunque algunas personas han propuesto que sea en el barrio de San Vicente, donde algunas asociaciones también organizan su propia fiesta con el ánimo de que esta tradición no se pierda. Y es que la falta de implicación de la gente y las trabas burocráticas de los ayuntamientos para hacer fogatas en el casco urbano están acabando con una de las costumbres más bonitas del verano.