Hay amores que matan
Yo confieso: soy fumador. Una vez hecha la descarga de conciencia, y aun a expensas de ser señalado con la letra escarlata, aquella A de adúltera grabada a fuego en el pecho de la protagonista de la novela de Nathaniel Hawthorne, escrita en 1850, me siento autorizado para decirlo con conocimiento de causa: hay amores que matan.
Una de estas pasiones ocultas pudo vivirse hace unos días en el restaurante del Hotel Embarcadero, donde se realizó la primera cena concelebrada en Euskadi bajo el sobrenombre de Las Noches de Romeo y Julieta que, como todos ustedes saben, son una pareja inmortal. La invitación a la cita fue cursada para los socios del Club Privado Pasión Habanos, del que ya forman parte casi mil vizcainos que no se resisten a ser condenados por dedicarse a saborear un buen habano.
Alrededor de medio centenar de socios asistieron a la celebración que hubo de alternar los comedores con el jardín, situado a los pies del paseo del muelle de Las Arenas, donde pudieron disfrutar en exclusiva de un Julieta a la vez que asistieron a la demostración de la elaboración de habanos de la Jefa de Torcido del Taller Manual de la fábrica Cohiba, Inocencia Baltelemí. Mientras ellas elaboraba un cigarro habano con destreza de amanuense, el experto José Andrés Colmena, retransmitióla labor de la torcedora y se refirió a este cigarro de aperitivo de Romeo y Julieta, habano de calibre fino con 120 milímetros de longitud y cepo 33, que se degustaba por vez primera en Europa.
Una vez en el comedor los asistentes degustaron vainas salteadas sobre puré de patata y juliana de jamón y crema fina de sopa de cebolla con medallón de bacalao y queso; medallones de buey al oporto con puré de patatas panadera y pimientos rojos y mousse de chocolate amargo sobre jarabe de menta. Como los matrimonios bien avenidos, con el fin de cumplir con la legalidad, los invitados salieron de nuevo al jardín donde degustaron el Romeo y Julieta Wide Churchills, cigarro de rabiosa novedad y talla considerable, al juzgar sus 130 milímetros de longitud y un cepo 55, que se degusta con toques especiados y de una fortaleza media, acompañado de Ron Zacapa Centenario 23 y Cardhú Special Cask Reserve.
Los tirabuzones de humo del Club Pasión Habanos se extienden por todas las provincias acogiendo a los amantes de los cigarros cubanos como uno de los más importantes acontecimientos en las actividades de ocio y gourmets. Entre las características del Club destaca la existencia de la web www.clubpasionhabanos.com, en la que cualquier aficionado a los cigarros se puede hacer socio de manera gratuita y en la que se pueden obtener todo tipo de informaciones relativas al cultivo del tabaco, elaboración de los cigarros, distribución y portafolio de las marcas y vitolas salidas de fábricas cubanas de puros tan conocidas como Cohiba, H. Upmann, Montecristo, Partagás y otras.
De esas y otras cosas debatieron en el encuentro Fernando Bilbao, quien ejerce de embajador plenipotenciario de Cuba en su estanco de Astarloa, Fernando Gutiérrez, José Antonio del Pozo, Joseba Fernández, Javier Amigo, quien ostenta la condición de presidente del Club Epicur, otra entidad que congrega a los apasionados fumadores, Fernando García, Fernando Elorrieta, Juan Pérez, Javier Galán, Demetrio Amigo y así hasta sobrepasar el medio centenar de asistentes, todos ellos condenados al fuego eterno del reproche social y la vida furtiva.