Bilbao. Cuatro días después de que el Zirri naufragara a 13 millas de la costa de Zierbena y de que tres de los cinco ocupantes desaparecieran en aguas del Cantábrico, una de las embarcaciones de Salvamento Marítimo que participa en las tareas de búsqueda localizó ayer el cuerpo sin vida de uno de los desaparecidos. Según las primeras informaciones, el cuerpo encontrado a 3,5 millas del cabo Matxitxako, en el término municipal de Bermeo, pertenece a José Luis López García, el agente de la Policía Municipal de Bilbao. Y es que, según fuentes del Departamento vasco de Interior, la documentación de la víctima aún permanecía en uno de sus bolsillos.

Las labores de rastreo por mar y aire, que se desarrollan desde que se produjera el naufragio el pasado jueves día 24, se reanudaron a las 8.00 horas de ayer por los efectivos de la Cruz Roja, Salvamento Marítimo, Ertzaintza y Guardia Civil. La localización del cuerpo tuvo lugar alrededor de las 14.30 horas. Los tripulantes de la embarcación de Salvamento Marítimo, Salvamar Monte Gorbea, avistaron un cadáver flotando a algo más de tres millas al norte de Matxitxako.

Rápidamente, recuperaron el cuerpo y lo trasladaron al puerto de la localidad pesquera, donde fue desembarcado en una carpa instalada por la Cruz Roja. Allí, efectivos de la policía judicial, así como el juez de guardia del Juzgado de Instrucción número 2 de Gernika, acudieron para proceder al levantamiento del cadáver y a su posterior traslado al Instituto Anatómico Forense de Bilbao para llevar a cabo la autopsia.

El dispositivo desplegado por Salvamento Marítimo continúa movilizado para tratar de localizar a los otros dos tripulantes del Zirri que, por el momento, permanecen desaparecidos. "La búsqueda continuará durante el día de hoy en turnos de mañana y tarde para darles algo de descanso a los miembros del equipo de rescate", explicó a DEIA Julian Camús, jefe del Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo. A pesar del cansancio, los profesionales de los equipos de rastreo trabajan con total entrega en la localización de los otros dos desaparecidos, uno de los cuales es el padre del menor de 11 años que sobrevivió al suceso. "Seguiremos trabajando a las órdenes de Salvamento Marítimo. Seguro que aparecerán, con tiempo, pero aparecerán", insistió Pedro, responsable de la base de la Cruz Roja del mar de Arriluze.

Vientos y corrientes Desde Salvamento Marítimo estudian las corrientes y los vientos que afectan a la zona de influencia donde se pueden encontrar los cuerpos desaparecidos. De este modo, marcan una zona de búsqueda que ayer, se amplió hasta la localidad cántabra de Santoña, ya que la embarcación volcó a 9 millas de la costa de Castro Urdiales. Por ello, desde ayer, la zona de influencia destinada al rastreo abarca desde la costa de Santoña hasta las inmediaciones de Bermeo, donde fue localizado el cadáver.

La localización ayer del primero de los tres desaparecidos en el naufragio coincidió con la noticia de que Arkaitz, el niño de 11 años superviviente del vuelco de la embarcación, fue dado de alta. El menor, que acompañaba a los cuatro adultos en lo debería haber sido un tranquilo día de pesca, permaneció encaramado durante horas a la quilla del bote que se mantuvo a la deriva hasta que fueron localizados alrededor de las siete de la mañana del día siguiente. Tanto el pequeño como Txema, el otro superviviente, fueron ingresados en el hospital de Cruces con síntomas de hipotermia severa. El hombre de 51 años fue dado de alta ese mismo día, mientras que el niño permaneció en el centro hospitalario hasta ayer.

Tarde fatídica Los supervivientes tardarán en olvidar la fatídica tarde del pasado jueves. Alrededor de las 17.00 horas, Óscar, su hijo Arkaitz, José Mari, Txema y José Luis se dirigieron al pantalán donde se encontraba atracado el Zirri. A pesar de la alerta por fuertes vientos, los cinco se adentraron en la mar a bordo del bote de 6,7 metros de eslora decididos a pescar berdel. En torno a las 20.00 horas, cuando regresaban a puerto, el buque comenzó a zozobrar. Jose Mari, de 66 años, cayó al agua y, debido a las botas que calzaba, se hundió.

La embarcación volcó, quedando los tres hombres y el menor encaramados en la quilla. Según dijo Txema, tras el vuelco, Óscar, de 49 años y padre de Arkaitz, trató de alcanzar la costa a nado pero desapareció en la oscuridad. Después, José Luis quiso llegar a una boya cuya luz había divisado, pero tampoco regresó. Txema y Arkaitz se quedaron solos. Varias horas después, los equipos de rescate que peinaban la zona con un avión, un helicóptero y varias lanchas los localizaron a 13 millas de la costa.